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viernes, 3 de febrero de 2012

La Sábana Santa (Síndone), El Carbono 14, 3/7

 
Todas las partes sobre el tema La Sabana Santa (Síndone):





[ Manuel M. Carreira, sacerdote jesuita, es Licenciado en Filosofía (Universidad Pontificia Comillas, Madrid), Licenciado en Teología (Loyola University, Chicago), Máster en Física (John Carroll University, Cleveland) y Doctor en Física (The Catholic University of America, Washington). Su tesis versó sobre los rayos cósmicos y estuvo dirigida por el Dr. Clyde Cowan (co-descubridor del neutrino y Premio Nobel de Física). El Dr. Carreira ha sido durante quince años miembro de la junta directiva del Observatorio Vaticano. Además de investigar en torno a la astrofísica y a las relaciones entre ciencia, filosofía y teología, ha trabajado en varios proyectos de desarrollo tecnológico en el área aeroespacial, financiados por la NASA ].
Este artículo es parte de uno más amplio titulado "La Sábana Santa desde el punto de vista de la física", tomado de la revista «Biblia y Fe» 70, vol. XXIV (enero-abril 1998), pp. 173-195.


El Prof. Giovanni Riggi corta una única tira de 1 x 8 cm y 150 mg de peso
que abastecerá a los tres laboratorios para efectuar la datación.


El vídeo es un extracto del documental
Decoding the past: Unraveling the Shroud
, The History Channel, 2005.


1. Frontal de la Síndone de cuya esquina inferior izquierda fue cortada la muestra para el análisis por el método del C 14 (antes del cortado); 2. Detalle de esa esquina antes de ser cortada; 3. Detalle de la zona después de ser cortada; 4. Esquema explicativo del sucesivo troceamiento de la tira para abastecer a los tres laboratorios.
Es bien conocido de todos el resultado que se anunció en 1988: tres laboratorios distintos [el Research Laboratory for Archaeology and the History of Art, University of Oxford (Inglaterra), el ETH Zürich (Suiza), y la University of Arizona at Tucson (Estados Unidos)] afirmaron conjuntamente que la técnica de datación por el C 14 indicaba que el lienzo de Turín era del siglo XIV, aproximadamente de aquella época en que tenemos testimonios históricos de su existencia en Francia. La reacción inmediata de los medios de comunicación, e incluso de medios eclesiásticos, fue el declarar el tema zanjado, y negar toda posible conexión de la Sábana con la crucifixión de Jesús catorce siglos antes.
Con un único dato en contra, aunque se trataba de un dato revestido de todo el prestigio de la ciencia nuclear moderna, se daba por inválido todo el estudio previo de decenas de científicos de todas las disciplinas y todos los resultados concordantes que apuntan a la autenticidad arqueológica del lienzo. Sin responder a las preguntas obvias de cómo podría alguien en la Edad Media tener los conocimientos médicos o históricos para producir una impresión que asombra por su exactitud anatómica, patológica y cultural, y sin indicar cómo esa imagen única pudo aparecer sobre la tela, se dio por cerrado el caso con referencias más o menos tibias a un valor simbólico de ese "icono", o con un ataque despreciativo hacia la credulidad y oportunismo de quienes lo veneraron durante siglos.

* * *
[ El siguiente cuadro no pertenece al artículo de Carreira. Pretende ofrecer una toma de contacto con algunos de los responsables de la datación de la Síndone mediante el C-14 ]


E. Hall, de la Universidad de Oxford, y M. Tite, del British Museum, responsables de la datación de la Síndone por el método del C-14. Fueron también los encargados de comunicar los resultados de la datación en una rueda de prensa pública en 1988.
Son muy llamativas sus declaraciones:
E. Hall: Cuando se le explica que existen expertos que cuestionan la datación y siguen apostando por su autenticidad, responde: "Hay sin duda gente que todavía cree que la tierra es plana. Por supuesto, ninguna persona inteligente les hace caso. Estoy seguro de que con respecto a la Sábana también hay ignorantes".
M. Tite: "Estoy bastante convencido de que la Sábana es medieval en base a las evidencias del carbono". A la pregunta de si algo podría haber modificado el resultado de las pruebas del C-14 (contaminación, fuego, etc.) responde: "No veo el modo en que eso pudiese haber afectado a la radiactividad". Cuando el entrevistador, sorprendido, le pregunta por qué está tan seguro, responde: "No se puede estar seguro al 100%, pero yo lo estoy al 99%".
[ Fotogramas y declaraciones tomadas de: La Sábana Santa, documental dirigido por Roel Oostra y presentado por Ian Wilson (1994) ]
* * *
Creo, como físico, que la reacción fue prematura, precipitada y excesiva. No es la primera vez, ni será la última, en que un dato discordante deja perplejos a los investigadores durante un tiempo. Podemos recordar que, a principios de siglo, la duración del Sol por los procesos conocidos de producción de energía era totalmente incompatible con la edad de la Tierra y de sus rocas, con vestigios claros de vida muy anterior a la edad calculable para nuestra estrella. También la edad del universo según los datos de Hubble en los años 30 era inferior a la edad de las rocas terrestres, y hoy vuelve a presentarse el problema con edades de estrellas que parecen exceder los cálculos más aceptados de la expansión desde el Big Bang inicial. En cada caso, fue necesario re-calibrar los métodos de datación o ampliar los procesos físicos a tener en cuenta. Pero en ningún caso se negó o consideró sin valor ninguno de los datos científicos por el hecho de estar en conflicto. Lo mismo ha ocurrido en el campo de la física de partículas, con problemas tan serios como la aparente no-conservación de masa y energía (que llevó a predecir y descubrir el neutrino) o, en la actualidad, con la falta de neutrinos solares, que nos fuerza a una revisión de enorme alcance en nuestras teorías de reacciones nucleares en las estrellas o en las propiedades de partículas elementales.
13 de octubre de 1988. El Arzobispo de Turín, Cardenal Anastasio Ballestrero, lee ante la prensa el comunicado oficial con los resultados del análisis de la Síndone mediante el Carbono 14.
Son especialmente significativas las líneas remarcadas: "El intervalo de fecha calibrada asignada al tejido del Sudario con el nivel de confianza del 95 por ciento está entre el año 1260 y el 1390... Al mismo tiempo los problemas del origen de la imagen y de su conservación siguen siendo todavía en gran parte inexplicados".


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[ El siguiente cuadro no pertenece al artículo de Carreira. Nos parece preciso brindar la 'contra-parte' del comunicado oficial ]
 
A continuación queremos transcribir las palabras del Prof. Luigi Gonella (del departamento de física del Politecnico di Torino), que acompañaba al Card. Ballestrero -custodio de la Síndone- en la famosa rueda de prensa del 13 de octubre de 1988:
"Creo que es la primera vez que unos laboratorios ofrecen sus servicios al propietario de un objeto, y no al revés. Lamento que descartasen la posibilidad, que se les ofreció, de una investigación conjunta con los otros especialistas. [Es decir, que no hubo ningún tipo de control externo sobre los laboratorios durante las pruebas]. Y no se puede hablar de costo del proyecto, puesto que los laboratorios han renunciado a sus honorarios, ya que pensaban que la publicidad era suficiente recompensa. Para nosotros no se trata en absoluto de un capítulo cerrado sino de una etapa más en nuestros trabajos sindonológicos. El problema de la fecha es importante, pero colateral, porque lo que científicamente sigue sin aclararse es cómo ha llegado a formarse la imagen en el lienzo. Tecnológicamente, es un objeto misterioso. Desde luego, absolutamente fuera de contexto en la Edad Media. Pero, aunque hubiésemos encontrado en la reliquia un certificado de Poncio Pilatos asegurando que se trataba del lienzo funerario que envolvió a Jesús de Nazaret... la cuestión de la formación de la imagen seguiría abierta".

Tampoco es muy conocido que Michael Tite, del British Museum y jefe del proyecto para los tres laboratorios que efectuaron la datación por el C-14, envió a la revista Shroud News de la British Society for the Turin Shroud la siguiente carta con fecha de 14 de septiembre de 1989:
"Querido profesor Gonella:
Tras el reciente congreso de París, le escribo para recordarle que yo tampoco considero el resultado de la datación de la Síndone de Turín como una demostración de que sea falsa. [Or.: 'I myself do not consider that the result of the radiocarbon dating of the Turin Shroud shows the Shroud to be a forgery']. Como usted subrayó correctamente, la calificación de 'falso' envuelve una deliberada intención de engañar, mientras que la fecha del examen radiocarbónico no ofrece, claramente, ninguna evidencia a favor de esta tesis. Yo mismo quise evitar el uso de la palabra 'falso', pero me temo que la referencia a la Síndone con ese término ha tenido su origen en los numerosos artículos periodísticos escritos a raíz de las entrevistas que concedí. Tengo sólo que pedirle que me excuse, una vez más, por todos los problemas que esos artículos han producido a usted y a los demás de Turín. Me alegrará volverle a encontrar a usted y al Prof. Testore en París".


Por último, nos parece interesente recordar algunos otros detalles. Aunque las palabras del Card. Ballestrero durante la rueda de prensa del 13 de octubre de 1988 parecían ser comprensivas con los resultados obtenidos por los laboratorios que efectuaron la datación de la Síndone, no parecen serlo tanto a la luz de las declaraciones que hizo al diario Die Welt el 5 de septiembre de 1997, afirmando que creía en la autenticidad de la Sábana Santa, a la vez que criticaba ferozmente el procedimiento empleado para la datación. De igual manera, en el diario Avenir del 4 de septiembre de 1997 hacía hincapié en la presión y en el chantaje que había sufrido antes de que se efectuase la datación (RILT, nº VI. Otoño de 1997).
[ Tomado de: J. DE PALACIOS CARVAJAL, La Sábana Santa. Estudio de un cirujano, Espejo de Tinta, Madrid 2007, 216, 229 ]



* * *
[ El siguiente cuadro tampoco pertenece al artículo de Carreira. Queremos mostrar un ejemplo de cómo ya mucho antes de la datación existían serias dudas sobre su eficacia ]

A continuación queremos transcribir las palabras de José Cottino, portavoz en aquel tiempo del Cardenal Michele Pellegrino. En una entrevista concedida a Robert K. Wilcox (y que poco después transcribió en su libro de 1977, más de 10 años antes de la datación), aquél reconoce que una comisión nombrada en 1969 con el propósito de verificar el estado de la Síndone determinó la no conveniencia de que ésta fuera sometida al análisis del Carbono 14. Reproducimos sus palabras:
Wilcox: ¿Cuáles fueron los hallazgos de la comisión secreta nombrada en 1969 para investigar la Síndone?
Cottino: No hay resultados más allá de los que fue anunciado a principios de 1970. Se lo hemos dicho en muchas ocasiones. Los miembros de la comisión fueron sólo a ver en qué condiciones se encontraba la reliquia. Y la única cosa que pudo ser determinada fue que el hombre encargado de decidir si se podía usar el test del Carbono 14 decidió que no.
Wilcox: ¿Por qué?
Cottino: El Carbono 14 dañaría la Síndone. El test requiere quemar un trozo de material, y una pieza demasiado grande tendría que ser destruida. Y no hay seguridad de que el test sea exacto... Y la tela ha sido muy manoseada, y ha sobrevivido al menos a dos fuegos, cuyo carbono podría haberse visto afectado bajo tales condiciones. El Carbono 14 es bueno para objetos que han sido preservados bajo tierra o en cuevas, pero no para la Síndone.


[ Traducción literal de: ROBERT K. WILCOX, Shroud: A Medieval Hoax? An Occult Phenomenon? A Proof of Jesus' Resurrection?,
Macmillan Publishing, New York 1977, 17
]

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La ciencia avanza resolviendo problemas, no negándolos. Por sobreponerse al "sentido común" con sus obvias conclusiones, Einstein nos dio la relatividad. La mecánica cuántica, a pesar de su éxito indudable, sigue desafiando todas nuestras nociones de realidad y de lo que "debe" suceder; hasta el punto que se llega a decir en libros de texto que no debemos preguntarnos cómo pueden las cosas ser realmente así, si es que queremos avanzar en nuestro estudio. Siempre es de temer que nuestras simplificaciones de problemas para hacerlos solubles nos dejen con la impresión falsa de que hemos tenido en cuenta todos los factores importantes.
En el caso de dataciones por el C 14 es bien conocido el hecho de que se dan resultados discordantes con cierta frecuencia, y que un solo dato no es suficiente para tener seguridad. Necesitamos saber con precisión la cantidad (porcentaje) de átomos radiactivos en la muestra inicial, las posibles causas de contaminación y su influjo relativo, y el porcentaje final a esperar después de un tiempo dado. Con esta base, se compara el resultado de medidas (número de átomos radiactivos en la muestra) con lo que predice la teoría para cada período de tiempo, y así se infiere la edad. Pero no es fácil establecer con precisión la historia de un objeto y de su entorno para eliminar causas de error.
Un ejemplo puede aclarar lo expuesto. Si yo entrego a un laboratorio un trozo de rama de árbol, todavía verde, espero que el resultado del C 14 indique una edad cero con respecto a la fecha actual, pues la rama estaba aún viva al cortarla del árbol. Si se me dice que el contenido de C 14 corresponde a una edad de hace miles de años, tendré que encontrar una razón para lo que es claramente una fecha equivocada, pero no negaré que la rama estaba viva hace unos días. En este ejemplo podemos sugerir una respuesta: si el árbol crecía en un ambiente cargado de CO2 de combustibles fósiles (carbón o petróleo), su porcentaje de C 14 será tan mínimo que una interpretación obvia llevará a edades prehistóricas. Lo contrario podría ocurrir si la muestra, aun realmente muy antigua, se contaminase con material carbonáceo moderno.
En el caso del lienzo de Turín se ha hecho notar que las pequeñas muestras analizadas se extrajeron del borde de la tela, en una zona donde se han hecho reparaciones relativamente recientes (en los últimos siglos), y donde es muy probable que los hilos no sean exclusivamente parte del tejido original. Hasta qué punto es esto así, no puede decidirse a posteriori: los hilos se destruyen en el proceso de medida, y otros hilos que aún se conservan pueden sugerir que hubo una mezcla, pero no lo prueban ni lo niegan. Realmente sería muy deseable obtener muestras de una zona totalmente libre de otra tela o hilo extraño al lienzo, posiblemente de una parte casi central, pero lejos de los remiendos que cubren las quemaduras de 1532, así como de las otras quemaduras claramente visibles.
Contaminación por contacto con otros materiales puede también introducir C 14 moderno en las muestras. Uno de los requisitos más importantes del método experimental de datación es la más completa limpieza posible, utilizando solventes orgánicos e inorgánicos que no afecten a la celulosa pero sí a cualquier adherencia. Suponemos que este cuidado se dio en el caso de la Sábana, y que no hubo ninguna materia extraña en la cámara de combustión al quemar los hilos para producir el CO2 que luego pasa por el espectrómetro de masas.
Pero tal limpieza completa no puede suponerse automáticamente sin hacer pruebas, aun microscópicas. Queda todavía la posibilidad de algún tipo de contaminación externa resistente a todo lavado normal, o de alguna reacción química que incorpore C 14 moderno a la estructura de la celulosa, en forma permanente e indistinguible de su composición original. Ambos tipos de contaminación de la Sábana han sido afirmados por autores dignos de crédito, aunque -sin tener acceso a su datos- no creo posible evaluar correctamente la importancia de tales efectos.
El Dr. Garza-Valdés afirma haber encontrado en muestras de la Sábana una capa de materia orgánica producida por microorganismos que todavía viven y se multiplican en los hilos. Según sus experimentos, esta especie de plástico adherido a las fibras es resistente a todos los métodos normales de limpieza, y puede constituir un porcentaje importante de materia carbonácea. Lo mismo ha sido afirmado por el Dr. Kouznetsov. Sin una serie de muestras bien controladas, y de medidas cuantitativas, no es posible juzgar la importancia que este material tendría para alterar la datación del lienzo. Pero es sorprendente que se afirme (en el artículo original de «Nature») el mismo contenido de C 14 en muestras que se sometieron a limpieza muy profunda y en otras que se midieron sin limpieza alguna, a pesar del obvio estado de suciedad de la tela tras siglos de manipulación y exposición a humo, agua, y otros contaminantes.



OBSERVACIONES DE SABANASANTA.ORG
Conviene ser cauto con los resultados de los estudios del Dr. Garza-Valdés. Así lo sugiere el Dr. Alan D. Adler (profesor emérito de química en la Western Connecticut University que participó en los famosos análisis del STURP de 1978) en Is it possible that the images were formed by a biological growth mechanism? (aquí):
"Según el Dr. Garza Valdés, la Síndone está más o menos cubierta por una capa bioplástica depositada por un extraño microbio que él ha descubierto en las muestras de la Síndone que tiene en posesión. Afirma que esta capa ha corrompido la datación por el radiocarbono e incluso sugiere que los microbios pueden ser los responsables de crear la imagen del cuerpo por depositar más material en las áreas de imagen que en el fondo... Su trabajo está lejos de convencer con evidencias cuantitativas como para juzgar meritorias sus afirmaciones".
Igualmente hemos de advertir que son bastantes los que han cuestionado los trabajos del Dr. Kouznetsov. En la revista nº 43 de junio/julio de 1996 de la British Society for the Turin Shroud cuyo editor era Ian Wilson, aparece un artículo de John Jackson en el que el físico denuncia las anomalías en interpretación de datos por parte de Koutnetsov. Pese a que se le requieren explicaciones, el ruso no da respuesta alguna [ "The non-Communicative Dr. Kouznetsov. A Stop Press" ]. Dice Jackson:
"Mi postura actual respecto a los experimentos rusos en torno al "fire modeling" [ que se refiere a la teoría de que el incendio sufrido por la Síndone en 1532 enriqueció el C-14 del lienzo ] es que, aunque son interesantes, necesitan ser definitivamente confirmados independientemente y comprendidos teóricamente en el nivel molecular antes de cualquier otra cosa para poder afirmar haber encontrado una gran discrepancia en la datación con el radiocarbono de la Síndone. Ya que hemos sido incapaces de contactar con el equipo ruso los pasados meses, hemos iniciado nuestros propios estudios sobre la datación del radiocarbono y otros estudios sobre la Síndone en el Turin Shroud Center of Colorado. Si la Síndone de Turín es la sábana que se usó en la sepultura de Cristo, entonces cualquier demostración de invalidación de la datación por el radiocarbono requiere sin duda métodos apropiados y correctos".

En el nº 44 de noviembre/diciembre de 1996 de la misma revista, Ian Wilson publica el artículo: "Russia's Dr. Dmitri Kouznetsov: Can He Any Longer Be Believed? Some necessary remarks by the Editor" en el que el historiador pone claramente en duda el trabajo de Kouznetsov.
En el nº 47 de mayo/julio de 1998, Ian Wilson recuerda a sus lectores las serias advertencias ya publicadas en los números anteriores sobre el aberrante comportamiento de Kouznetsov, que no ha dado "señales de vida" pese a los requerimientos escritos de Jackson y Wilson, además de referir sus recientes problemas con la justicia americana por supuestos hechos delictivos [ "From Connecticut, USA Russian Scientist Dr. Dmitri Kouznetsov arrested" ].
Por último, William Meacham ha publicado recientemente un artículo bastante demoledor sobre el ruso [ "The amazing Dr Kouznetsov" ].



Dejando a un lado propuestas explicativas que se apoyan en procesos naturales y reproducibles, nos vemos ante hipótesis de tipo excepcional, no susceptibles de verificación en el laboratorio, y que suelen ir unidas a supuestos modos de formación de la imagen por un hecho sobrenatural. En una forma u otra se sugiere que cualquier proceso desconocido capaz de afectar al lienzo con una energía que causó la imagen, pudo también alterar la tela en su estructura atómica, aumentando el contenido de C 14.
La primera reacción ante estas afirmaciones es de extrañeza, por la coincidencia de que tal fenómeno lleve exactamente a una fecha que coincide con la datación histórica, y no a otro siglo anterior o posterior... ¿por casualidad? Si la formación de la imagen se debe a una decisión divina de dejar un motivo de credibilidad en la resurrección, parece ilógico el darnos un objeto que por su misma naturaleza física nos induce a dudar de su autenticidad, haciéndolo inútil para ese fin. Y si el C 14 excesivo se produce por un fenómeno físico conocido o plausible, ¿cuál es su naturaleza?
Es frecuente atribuir la imagen a una "radiación" no especificada. No acepta la física actual ningún tipo de radiación electromagnética que introduzca nuevos neutrones en el núcleo de C 12 o C 13. Aun suponiendo un proceso desconocido (y poco plausible) por el que el N 14 del aire se convirtiese en C 14, no hay razón de que se combine químicamente con la celulosa del lienzo; una mera adherencia superficial no sería suficiente para contaminar las muestras, resistiendo a su limpieza. Tampoco es más aceptable la hipótesis de una "desmaterialización" del cuerpo, para que se liberen las partículas del núcleo y los neutrones se introduzcan en el C 12 de la tela. El C 14 de nuestra atmósfera se debe al impacto de rayos cósmicos sobre el N 14 del aire, no sobre el C 12. Y el efecto observado en la tela es muy improbable físicamente, de no ajustar con gran precisión la energía de los neutrones.
Si tenemos en cuenta la naturaleza de las fuerzas que mantienen unidas a las partículas de núcleos más pesados que el H, se puede formular una objeción muy obvia a toda "desmaterialización" que las separa. Desde el He hasta el Hierro, la síntesis nuclear libera energía, equivalente aproximadamente a un 1% de la masa inicial para llegar al C, N, O, Ca que constituyen el 34 % de los átomos del cuerpo humano típico. Para un cuerpo de 75 kg, esto quiere decir que unos 500 gramos de masa se han transformado en una enorme cantidad de energía (calculada por la conocida fórmula de Einstein, E=mc2 ), y esta misma cantidad (unos 50.000 billones de julios, la energía de una bomba atómica de 10 Megatones), es necesaria para destruir los núcleos y transformarlos de nuevo en partículas sueltas. Nada se dice en esta hipótesis acerca de la fuente de tal energía, ni del modo de canalizarla para que su único efecto sea el deshacer los núcleos atómicos del cuerpo, sin afectar ni destruir los objetos de su entorno.
El atribuir la imagen a rayos X de baja energía emitidos durante la desmaterialización débil supone también procesos muy improbables físicamente. No hay razón de que se produzca radiación X, que supone liberación de un exceso de energía, cuando es necesario suministrar la energía total que debe explicar la desmaterialización. Ninguna radiación que se propaga según leyes conocidas puede explicar las características de la imagen de la Síndone. Ni conozco experimento alguno que dé base para pensar que tendrían exactamente la longitud de onda adecuada para penetrar solamente la superficie de las fibrillas de lino, causando la levísima deshidratación que da al lienzo el color amarillento de la imagen.
Resumiendo todo lo dicho: en el supuesto de que la datación por radiocarbono ha sido llevada a cabo en forma profesional y totalmente digna de crédito (aunque con fallos metodológicos bien conocidos y que no tengo que discutir), es necesario encontrar una explicación de que su resultado esté en contradicción obvia con lo que se deduce de todos los demás estudios de la Sábana. Es posible que contaminaciones de microorganismos o efectos del incendio hayan introducido algún C 14 en la celulosa del lienzo: tal efecto tiene que ser establecido cuantitativamente. Otras formas de enriquecimiento radiactivo son poco plausibles por su gratuidad desde el punto de vista de los procesos físicos necesarios y de sus efectos secundarios (además de sus dificultades filosóficas o teológicas). El problema permanece todavía sin resolver.
* * *
[ Hasta aquí el artículo de M. Carreira ]

Más sobre el Dr. Harry Gove aquí.
Por otra parte, son interesantísimas las declaraciones del DR. HARRY E. GOVE. Éste fue uno de los inventores del Acelerador de Espectrometría de Masa (técnica para datación por radiocarbono). Él mismo, a propósito de la datación de la Síndone con la técnica del radiocarbono, afirma:
"La contaminación bacteriana es algo de lo que no eran conscientes las personas que llevaron a cabo la datación con el método del carbono. De hecho no creo que nadie conociera su existencia hasta que Garza-Valdez descubrió esta posibilidad, y aunque lo hubieran sabido, los procesos de limpiado que utilizaban no lo hubieran tenido en cuenta, así que no había modo alguno de que hubieran podido establecer con total exactitud la fecha de origen del material de la Sábana".
[ Fotograma y declaraciones extraídas de: El misterio de la Sábana Santa, Discovery Channel, 2003.


Ampliación del frontal de la Síndone después de su restauración en el año 2002.
Corresponde a la zona de donde se extrajo la muestra para el C-14.
Pero sin duda la investigación más concienzuda en torno al tema que nos ocupa es la realizada por el recientemente fallecido RAYMOND ('Ray') N. ROGERS, de Los Álamos National Laboratory (Universidad de California) y uno de los científicos más críticos con M. Tite por los errores cometidos en la datación de la Síndone mediante el C14.
En sus trabajos, Ray Rogers demuestra que las muestras obtenidas para efectuar aquella datación tienen características distintas al resto del lienzo de Turín, algo con lo que tropieza al examinar determinadas fotografías tomadas con espectros de luz específicos que muestran la aberrante composición de la zona de la tela en la que se tomaron las muestras.
La fotografía bajo luz transmitida a una temperatura de 3200ºK muestra una diferencia en la disposición de las bandas claras y oscuras, así como dosificaciones de intensidad de algunas bandas verticales con la parte inferior de la banda oscura horizontal que se incopora al pliegue curvo. Globalmente el aspecto de la textura en la zona superior, clara, es diferente del de la zona inferior oscura. Esta observación apunta a la hipótesis de que se añadió o se mezcló un material extraño al tejido original. Las obtenidas con fluorescencia ultravioleta dan el mismo resultado. La zona en la que se extrajo la muestra para la datación con el C14 está más oscura que el resto de la Sábana, ya que no es fluorescente, mientras que el fondo del resto del lienzo lo es ligeramente. Esto es un indicio claro de una composición química diferente. Del mismo modo, una radiografía pondrá de manifiesto que algunas bandas no se extienden de la parte principal hasta la zona de muestras tomadas por el análisis con C14. Así mismo la estructura en banda del tejido normal no se encuentra en la zona de las muestras.
La diferente composición de la parte de la tela en la que se extrajeron las muestras para el C14 y el resto de la Sábana se deduce también de los análisis químicos de los hilos de lino efectuados por Ray Rogers, en particular a lo relativo a la lignina y a la vainillina. La lignina es un componente natural de todas las plantas, y en el lino se encuentra en forma de puntos oscuros en los nudos de crecimiento de las fibras. Se ha hecho un estudio sobre la lignina presente en diferentes zonas de la Sábana Santa y otro en la parte del lienzo inmediatamente próxima al lugar en el que se extrajeron las muestras para el C14, lo que se logró analizando la muestra del mismo punto que conservaba en su poder un experto textil belga, Gilbert Raes, desde el año 1973. Las mismas mediciones se efectuaron sobre la tela de Holanda, o batista, que sostenía el lienzo por su parte posterior, y con otros tejidos de lino modernos. Los resultados de Rogers fueron los siguientes:
  1. La cantidad de lignina es escasa y bastante homogénea sobre la tela de Holanda, la muestra de Raes y los tejidos modernos. En cambio, la cantidad de lignina es mucho mayor en el resto de la Sábana Santa.
  2. Estudiando la vainillina, producto de la degradación natural de la lignina, se obtuvieron también resultados interesantes. Los factores que afectan al tipo residual de vainillina son numerosos: el tiempo, el calor, la humedad... Cuanto más antiguo es el tejido, más bajo es el nivel de vainillina. Pruebas microquímicas muy sensibles demostraron la presencia de tipos detectables de vainillina en la muestra de Raes, como ocurre a menudo en los tejidos medievales, y su ausencia en otras partes de la Sábana. Esto es un argumento a favor de la extrema antigüedad de la Sábana, más antigua desde luego que las muestras de Raes.
  3. Las fibras de la muestra de Raes, extraídas justo al lado de donde también se sacaron las muestras para el C14 también contenían incrustaciones que no se encontraban en ningún otro lado de la Sábana. Estas incrustaciones, de color amarillo castaño, se asemejan a un material gelatinoso y se encuentran más frecuentemente sobre las fibras de algodón que, aunque escasas, están presentes en esta parte de la Sábana. Los análisis químicos pusieron de manifiesto que la parte fundamental del espectro procedía de un pigmento, la alizarina-purpurina, que no apareció en Francia hasta el siglo XVI. El corrosivo, compuesto metálico que permite un mejor agarre del pigmento al tejido, se componía de óxido de aluminio hidratado. En cuanto a la argamasa sería una goma vegetal, probablemente goma arábiga.
  4. En la muestra de Raes, Rogers encontró incluso un hilo resultante del empalme de fibras de origen diferente, puestas una a continuación de la otra.
Las pruebas de la cinética química (vainillina, NDT), de la química analítica, de contenido de fibras de algodón y de la espectroscopia de masas por pirolisis prueban que el material resultante de la zona utilizada para la prueba del C14 de la Sábana Santa es significativamente diferente del resto de la Sábana. Por lo tanto, asegura Rogers: "LA MUESTRA USADA PARA EL RADIOCARBONO NO FORMABA PARTE DEL TEJIDO ORIGINAL DE LA SÁBANA SANTA Y NO ES VÁLIDA PARA DETERMINAR LA EDAD DEL LIENZO DE LA SÍNDONE".

Ray Rogers y algunas de sus conclusiones.
Vídeo extraído de El misterio de la Sábana Santa, Discovery Channel, 2003.


Interesantísima es la carta que unos meses antes de su muerte escribió Ray Rogers al ya conocido Prof. Manuel Carreira. Extraemos algunas de sus líneas:
"Si una parte de la Síndone estuviese tejida con hilo de oro, el hecho de que era diferente del resto de la tela sería obvio. La situación es casi tan patente... Las propiedades químicas del área del cual se cortó la muestra para el radiocarbono no se consideraron ni se comprobaron, ni se consultaron las fotos en ultravioleta de 1978. El área de radiocarbono es extraordinariamente diferente del resto de la tela... Invito a cualquiera competente en química a que vea muestras que exhiben la gama de diferencias en composición (bajo fluorescencia y composición química distinta) entre el área anómala y las fibras auténticas de la Síndone. Puedo proporcionar algunas muestras. Turín puede dar más. Yo desafío a los custodios de la Síndone a que pidan a un químico compentente que haga unas simples comprobaciones químicas sobre muestras que se conservan del área del radiocarbono. Las diferencias son obvias...".
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J. DE PALACIOS CARVAJAL, La Sábana Santa. Estudio de un cirujano, Espejo de Tinta, Madrid 2007, 235-243.

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