En un cielo completamente lleno de estrellas, la imagen que aparece sobre estas líneas resulta sobrecogedora: una inmensa nube de materia que impide el paso de la luz

La nebulosa Barnard 68
En un cielo completamente lleno de estrellas, la imagen que aparece sobre estas líneas resulta sobrecogedora. ¿Qué es ese enorme espacio oscuro en el que nada brilla?
¿Quizá un agujero negro? O puede que la entrada a un tenebroso túnel
cósmico? Nada de todo eso. Se trata de lo que los astrónomos conocen
como "nebulosa oscura", y no es otra cosa que una inmensa nube de materia que impide, con su presencia, el paso de la luz de las estrellas que tiene detrás.
Estas nebulosas se consideran como los lugares más fríos y aislados de todo el universo.
En su interior, la densidad de polvo y gas es tal que absorbe
prácticamente toda la luz visible que llega hasta ellas. La única forma
de ver lo que sucede dentro y "al otro lado" es contemplarlas en el
rango del infrarrojo.
La nebulosa, llamada Barnard 68,
tiene un radio de un cuarto de año luz y se encuentra a 500 años luz de
la Tierra, en la constelación de Ofiuco (Ophiuchus), lo suficientemente
cerca como para que entre ella y nosotros no haya estrellas que
estropeen el tenebroso espectáculo.
Sin embargo, esta nebulosa oscura oculta algo más. De hecho, también es un "glóbulo de Bok", uno de esos raros lugares de nuestra galaxia en los que se forman nuevas estrellas.
Los
astrónomos, en efecto, se han dado cuenta de que, en estos mismos
momentos, varias partes de la nube se están colapsando, lo cual
significa que la materia, debido a su propia gravedad, se está
acumulando alrededor de los puntos de mayor densidad. En resultado de
este proceso será el nacimiento de todo un nuevo sistema estelar.
Fuente: ABC
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