Científicos describen cómo se producirá el Big Rip, una inquietante hipótesis cosmológica sobre el destino del Cosmos, y calculan cuánto tardarían la Vía Láctea, el Sol y la Tierra en desaparecer hechos añicos
Lynette Cook
Una de las hipótesis más populares sobre el destino final del Universo es la denominada Big Crunch o Gran Implosión,
por la que el cosmos en expansión se va frenando poco a poco hasta que
todos los objetos (las galaxias, las estrellas, los planetas...) se
acercan de nuevo y vuelven al punto original en el que comenzaron en el
Big Bang. Pero existe otra teoría, una de las más aceptadas en la
actualidad, llamada Big Rip o Gran Desgarramiento, en la que la energía oscura,
la misteriosa fuerza opuesta a la gravedad y que se considera
responsable de que el Universo se expanda cada vez más deprisa, juega un
papel fundamental. Aunque este escenario es igualmente trágico, aquí se
propone exactamente lo contrario; el Universo no se contrae, sino que se expande tanto que llega a un punto en el que todo lo que existe se desgarra,
como si fuera un pañuelo en manos de dos niños que tiran con fuerza
cada uno hacia el lado contrario. Cinco científicos de la Universidad de
Ciencia y Tecnología de China, el Instituto de Física Teórica de la
Academia China de Ciencias y la Universidad de Pekín han calculado
recientemente cuánto queda para este trágico final. Podemos estar
tranquilos: ninguno de nosotros lo verá dentro de casi 17.000 millones de años.
Durante
milenios, dicen los investigadores, los seres humanos han reflexionado
acerca de dos preguntas fundamentales: «¿De dónde venimos?» y «¿Hacia
dónde vamos?», preguntas que han estimulado el debate teológico y
filosófico. «Gracias al rápido desarrollo de la cosmología moderna, en
las últimas tres décadas los científicos han obtenido algunas pistas
importantes para responder a estas preguntas», afirman. Los
investigadores creen que la misteriosa energía oscura,
que conforma el 74% del Universo (solo el 4% es materia ordinaria y
otro 20% materia oscura), jugará un papel importante si se quiere
pronosticar la duración de los tiempos.
En
concreto, los científicos creen que las propiedades de la energía
oscura decidirán qué es lo que ocurrirá. Si el Universo contiene
suficiente energía oscura, si la densidad energética (w) de la energía
oscura es <-1 en algún momento del futuro, se desgarrarán todos los
objetos del Universo. Eso es el Big Rip.
La Tierra, 16 minutos antes
Una de las cuestiones más intrigantes es cuándo llegará ese día del juicio final. Según los cálculos de los investigadores, el tiempo que queda para el Universo termine es 16,7 Giga años (es decir, 16.700 millones de años).
Pero, ¿qué pasará con las galaxias y estrellas? La repulsión
gravitatoria de la energía oscura aumentará de forma continua hasta
superar todas las fuerzas que sostienen los objetos entre sí y estos
serán destrozados. Ningún objeto podrá escapar de este destino. De nuevo
según sus cálculos,-si
todo permaneciera entonces milagrosamente como hasta ahora y
presumiendo que el Sol y la Tierra todavía existieran, se trata tan solo
de un juego teórico- , la Vía Láctea quedaría hecha añicos 32,9 millones de años antes del Big Rip;
dos meses antes del día del apocalipsis la Tierra sería arrancada de la
órbita del Sol. Cinco días antes, la Luna nos sería arrebatada y el Sol
se destruiría 28 minutos antes del final de los tiempos. Finalmente, 16 minutos antes de que todo acabase, la Tierra explotaría.
Al menos, por lo que los científicos saben sobre la energía oscura, todavía tenemos un futuro muy largo por delante.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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