Un simple imán lo retira junto con la suciedad, lo que puede ser muy útil en la limpieza de desastres ecológicos
Neoteo
Un grupo de investigadores de la Universidad de Bristol ha anunciado el desarrollo de un nuevo tipo de jabón, cuyas propiedades magnéticas lo convertirían en ideal para la fabricación de productos destinados a la limpieza de desastres ecológicos como
los derrames de petróleo crudo. Se trata de un compuesto formado por
sales de hierro disueltas en agua cuyas moléculas pueden responder a un campo magnético, propiedad que permite recogerlo junto a la grasa, suciedad y químicos que se le han adherido durante el proceso de limpieza simplemente utilizando un imán.
Si logran convertirlo en un producto viable se convertiría en una
herramienta muy útil para minimizar el impacto ecológico de estos
accidentes.
Desde
hace siglos utilizamos jabones y detergentes para remover la mugre de
objetos, utensilios y nuestros propios cuerpos. Pero aunque estos
compuestos hacen un buen trabajo de limpieza, las impurezas que han
removido quedan adheridas a sus moléculas y se van -junto con el agua
utilizada durante el proceso- por el desagüe. Dejando de lado las
consecuencias a largo plazo que puede tener este tipo de manejo de un
recurso tan escaso como el agua potable, lo cierto es que en el líquido
resultante del lavado se mezclan el agua, el detergente y las partículas
removidas, siendo muy complicado separar una cosa de la otra. Cuando se
utiliza alguna clase de jabón para “limpiar” un derrame de
hidrocarburos que ha tenido lugar en el mar, es muy complicado separar
la mezcla resultante del agua limpia. Afortunadamente, parece que un
grupo de investigadores de la Universidad de Bristol ha encontrado una
solución a este problema.
Reacción a un campo magnético
El equipo de Bristol desarrolló un jabón que incluye en sus moléculas átomos de hierro.
Dicho compuesto utiliza como base un jabón líquido especial, rico en
cloro y bromo. Mientras que en un jabón tradicional sus largas moléculas
solo son atraídas o rechazadas por el agua, en este nuevo producto se
suma la propiedad de que reaccionen frente a la presencia de un campo magnético. Según
Julian Eastoe, uno de los miembros del equipo de trabajo que creó este
jabón, “si hace diez años le hubiésemos dicho a un farmacéutico que
íbamos a disponer de un jabón capaz de reaccionar a los campos
magnéticos difícilmente nos hubiese creído”.
Pero
gracias a su trabajo dicho producto ha sido posible, y en caso de que
pueda ser fabricado en grandes cantidades a un coste razonable se
convertiría en una invalorable herramienta a la hora de enfrentar las
consecuencias de un derrame de combustible en el mar, ya que una vez que
el jabón magnético se ha unido con las partículas del hidrocarburo puede ser retirado mediante el uso de un imán.
Fuente: ABC
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