Lo llaman “el libro más raro del mundo”. El Codex Seraphinianus
probablemente ha hecho las delicias de multitud de amantes de las
teorías conspiratorias y de los extraterrestres desde su publicación en
1981. El lenguaje de los textos no corresponde a ninguno conocido y las
ilustraciones abren la ventana a un universo de fuerte influencia
surrealista y de fantasía infantil, pero desde un punto de vista
enciclopédico que lo reviste todo de credibilidad.
Su autor, el italiano Luigi Serafini
(Roma, 1949) —artista, arquitecto y diseñador— hasta hace poco apenas
había soltado prenda sobre los motivos que lo llevaron a invertir 30
meses de su vida en ilustrar y escribir un volumen de 360 páginas que no
significan nada, que no se corresponden a la realidad y parecen más
producto de un viaje espacial que de un arranque de inspiración.
El libro tiene 11 capítulos que configuran dos secciones. Los cuatro
primeros ilustan una flora entre la que hay árboles que se desprenden de
la tierra y se lanzan a un lago a nadar, raíces de las que parecen
salir escaleras, plantas bulbosas y hojas con filigranas. La fauna no se
queda atrás: hay cérvidos que se reproducen en macetas, peces que
(medio sumergidos en el agua) parecen ojos con cejas arqueadas… Tras
describir las plantas, los animales y los fenómenos físicos del
extravagante mundo; Serafini comienza a describir la vida de una
civilización parecida a la humana y detalla aspectos de su vestimenta,
costumbres, viviendas, tecnología…
Publicada siempre en pequeñas tiradas de 5.000 ejemplares (en los años
1981, 1983 y 1993) la obra volvió a salir en 2006 con nuevas
ilustraciones y una pequeña introducción del autor. Ahora, la editorial Rizzoli anuncia para este mes de octubre la reedición del Codex Seraphinianus con más dibujos añadidos y más declaraciones de Serafini.
Aunque escasa, el italiano ha ido desvelando alguna información sobre el
porqué del estrambótico proyecto. En una charla que dio en la Sociedad de Bibliófilos de la Universidad de Oxford
en 2009, aseguró que no había nada de misterioso tras los garabatos del
idioma que inventó para la obra y que perseguía el objetivo de que el
lector recreara ante el libro la sensación que le produce a un niño
enfrentarse a páginas llenas de letras que aún no puede entender,
sabiendo que tienen un significado para los adultos.
Por otro lado, en la nueva edición, Rizzoli anuncia que el artista sigue
jugando a la fantasía. En la introducción del tomo Serafini declara que
un gato callejero blanco que conoció en los años setenta fue el
verdadero autor del tomo y que él sólo se dejó guiar por las
indicaciones telepáticas del felino. Tal vez los garabatos que simulan
la escritura manuscrita de las páginas no sean más que representaciones
de rabos de ratón enredados.
Para quien tenga la urgencia de consultar el libro completo, este vínculo [PDF de 53,5 megas] contiene una edición antigua completa.
Helena Celdrán
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente:
despiertaalfuturo
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