Nuevas imágenes de la sonda Cassini pueden ayudar a esclarecer los orígenes de esta estructura de 30.000 km de longitud, una de las más enigmáticas del Sistema Solar
NASA
El gigantesco hexágono de Saturno es
una de las estructuras más misteriosas del Sistema Solar. Situado en la
atmósfera del polo norte del planeta, su origen todavía no ha sido
esclarecido del todo. Lo que sí se sabe es que esta fortísima corriente
de aire es gigantesca -30.000 km de longitud, en su centro caben cuatro
Tierras- y responde a un patrón regular del círculos concéntricos,
espirales y figuras serpenteantes. Además, es extraordinariamente
longevo, ya que se conoce desde hace tres décadas. Ahora, la nave
espacial Cassini de la NASA ha obtenido las imágenes en más alta resolución conseguidas hasta ahora de este raro fenómeno de seis lados.
Este es el primer vídeo del hexágono en
utilizar filtros de color y que muestra una visión completa de la parte
superior de Saturno a unos 70 grados de latitud. La imagen comprende
aproximadamente 30.000 kilómetros de ancho. El hexágono es una corriente
en chorro ondulante con los vientos de unos 300 kilómetros por hora,
con una enorme tormenta que gira en el centro. No hay nada parecido en otro lugar del Sistema solar.
Siglos de duración
«El hexágono es solo una corriente de aire, y las
características climáticas comparten similitudes con un sistema
turbulento e inestable», explica Andrew Ingersoll, miembro del equipo de
imágenes de Cassini en el Instituto de Tecnología de California en
Pasadena. «Normalmente, un huracán en la Tierra dura una semana, pero
esto ha estado aquí durante décadas -y quién sabe- tal vez siglos».
Los patrones del clima en la Tierra se interrumpen cuando
se encuentran con la fricción de las formas terrestres o de las capas de
hielo. Los científicos sospechan que la estabilidad del hexágono tiene
algo que ver con la falta de accidentes geográficos sólidos en Saturno, que esencialmente es una gigantesca bola de gas.
Estas estupendas imágenes del hexágono son posibles porque
el Sol comenzó a iluminar su interior a finales de 2012. Cassini capturó
imágenes del hexágono en un lapso de tiempo de diez horas con cámaras
de alta resolución, dando a los científicos una buena oportunidad para
observar el movimiento de las estructuras de nubes en su interior.
De esta forma, pudieron ver la tormenta y pequeños vórtices
que giran en la dirección opuesta del hexágono. Algunos de los vórtices
son arrastrados junto con la corriente de chorro como si estuvieran en
una pista de carreras. El mayor de estos vórtices se extiende por
alrededor de 3.500 kilómetros, aproximadamente el doble del tamaño del
mayor huracán registrado en la Tierra.
Los científicos analizaron estas imágenes en falso color,
un método de representación que hace que sea más fácil distinguir las
diferencias entre los tipos de partículas en suspensión en la atmósfera
-partículas relativamente pequeñas que forman la neblina- dentro y fuera
del hexágono.
«En el interior del hexágono, hay menos grandes partículas
de neblina y una concentración de pequeñas partículas, mientras que
fuera del hexágono ocurre todo lo contrario», apunta Kunio Sayanagi ,
del equipo de imagen de Cassini en la Universidad de Hampton, Virginia.
«La corriente en chorro hexagonal está actuando como una barrera, que se
traduce en algo así como el agujero de ozono antártico de la Tierra».
Solsticio de verano en 2017
El agujero de ozono de la Antártida se forma dentro de una
región delimitada por una corriente en chorro con similitudes con el
hexágono. Las condiciones invernales permiten que los procesos químicos
que destruyen el ozono se produzcan, y la corriente en chorro impide un
reabastecimiento de ozono desde el exterior. En Saturno, las grandes
partículas no pueden cruzar la corriente en chorro hexagonal desde el
exterior, y las partículas de gran tamaño se crean cuando la luz del Sol
brilla en la atmósfera. Solo recientemente, con el inicio de la
primavera del hemisferio norte de Saturno en agosto de 2009, la luz
solar comenzó a bañar el el hemisferio norte del planeta.
«A medida que nos acercamos solsticio de verano de Saturno
en 2017, las condiciones de iluminación en su polo norte van a mejorar, y
estamos emocionados de realizar un seguimiento de los cambios que se
producen tanto dentro como fuera de los límites del hexágono», afirma
Scott Edgington, subdirector científico del proyecto Cassini en el
Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA en Pasadena,
California
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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