Cuando
pensamos en los colores que nos regala la naturaleza, usualmente nos
vienen a la mente organismos como las mariposas, los peces tropicales,
algunas aves de extraordinaria belleza como los loros, o incluso las
flores, entre otros. Sin embargo, debes saber que existen unos
animalitos que se llevan el premio a la diversidad cromática, exhibiendo
un sinfín de colores, tonalidades y diseños difíciles de superar en el
mundo natural. Han sido llamados
babosas marinas y
mariposas marinas y son la fascinación de los fotógrafos submarinos. Me refiero a los
vistosos nudibranquios.
Algunas características de los nudibranquios
Los nudibranquios (suborden
Nudibranchia) son
pequeños moluscos marinos
que raramente sobrepasan los 30 cm de longitud. Se pueden encontrar en
todos los océanos, aunque son particularmente frecuentes en aguas
tropicales, donde suelen encontrarse merodeando por el fondo en busca de
sus alimentos. Algunas especies son pelágicas, es decir que viven
flotando en la columna de agua, en la que nadan ondulando suavemente su
cuerpo de forma hipnótica.
Estas babosas no tienen concha y sus
branquias están desnudas, característica esta última a la que deben su
nombre. Estas branquias suelen tener formas muy curiosas y coloridas, en
algunos casos muy semejantes a las plumas de las aves. Otra
característica muy interesante es que son hermafroditas simultáneos, es
decir que tienen órganos masculinos y femeninos a la vez y aunque se
pueden autofecundar, esto es muy raro. Lo común es la fecundación doble,
en la que los dos miembros de la pareja, en ocasiones luego de un
complicado cortejo, quedan fecundados a la vez y listos para poner sus
huevos.
Los sofisticados sistemas defensivos de los nudibranquios
La
carencia del extraordinario mecanismo de defensa que constituye la dura
concha de sus parientes los caracoles no es un problema para estos
animalillos. La naturaleza se las ha ingeniado para equiparlos con otras
alternativas defensivas no menos sorprendentes: baterías de sustancias
químicas altamente tóxicas se distribuyen por el cuerpo de muchísimas de
las especies de nudibranquios, constituyendo armas de disuasión altamente eficaces.
Sus
vivos colores son una de las advertencias más eficaces para advertir a
sus enemigos del peligro de comérselos, pero si esto no fuera suficiente
y alguno osara intentarlo, la amarga experiencia sería tan difícil de
olvidar que raramente lo volvería a intentar alguna vez.
Estas baterías químicas las obtienen mayormente de su alimento.
Los nudibranquios
suelen comer esponjas y cnidarios (como las anémonas y las gorgonias), e
incluso otros nudibranquios repletos de compuestos químicos tóxicos que
les son inocuos. De ellos obtienen la materia prima para sintetizar sus
propias toxinas.
Algunas
especies puede secretar incluso ácido sulfúrico, sustancia capaz de
matar a todos los seres que se encuentran en su radio de acción. No
obstante, la mayoría no son tan letales y sus secreciones tienen una
función principalmente repelente. Es importante saber que estas
sustancias hoy en día son minuciosamente investigadas ya que se conoce
que su alta actividad biológica puede ser de gran utilidad para la
investigación biomédica, especialmente para combatir el cáncer.
Los
nudibranquios con
poco desarrollo de este complejo sistema químico emplean otros
mecanismos más tradicionales de para defenderse, como huir reptando o
nadando. Otros pueden cambiar rápidamente de coloración para confundirse con su entorno e incluso, pueden adoptar la forma de estructuras del medio, pasando desapercibidos con facilidad.
Sin dudas estos moluscos
se encuentran entre las criaturas más asombrosas e interesantes de
nuestros mares y son una muestra más de que a pesar de la inmensa
creatividad del hombre, cuando hablamos de belleza, la naturaleza dice
siempre la última palabra.
Fuente: ojocientifico
me encantan los conozco desde hace mucho y son pekeñitos sí
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