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viernes, 3 de mayo de 2013

El cometa ISON y el nuevo bulo del fin del mundo



La llegada a finales de año de una gigantesca roca espacial que podrá brillar más que la Luna ha desatado todo tipo de teorías apocalípticas

El cometa ISON y el nuevo bulo del fin del mundo
NASA
El cometa ISON, fotografiado por el Hubble
No hay año que no pase en el que nos quieran hacer ver que el fin del mundo está llegando. En 2012, nos vendieron que los mayas habían pronosticado el fin de la Tierra, cuando en realidad se referían al fin de un ciclo del calendario más extenso que tenían, para comenzar otro calendario de igual plazo. Ocurre lo mismo con el nuestro: cuando finaliza un año el 31 de diciembre, comienza otro el 1 de enero. Era así de fácil de entender, pero los catastrofistas concibieron un nuevo fin del mundo. ¿Cuántos llevamos ya?
Aún no hemos descansado con el fin del mundo de los mayas, cuando aparece otra teoría conspirativa: el cometa C/2012 S1 ISON. Ya se habla mucho de los daños que este gran cometa producirá a la Tierra en diciembre de este año. La cosa nada más ha hecho empezar para los catastrofistas.
Recordemos que un cometa es una roca rodeada de hielo, de varios metros o km de diámetro, que cuando llega a la órbita de Júpiter o Marte, deja tras de sí colas de gas y polvo que en ocasiones llega a medir millones de km. Esto se produce porque el calor del Sol a esa distancia hace que el hielo de la superficie del cometa se sublime, es decir, pase del estado sólido al gaseoso directamente y ello produce reacciones en el cometa, de modo que el cometa emite toneladas de gases por segundo que parten de la superficie, llevándose consigo pequeños trozos de roca, hielo y el propio gas que escapa al espacio. Las partículas que salen del Sol (viento solar) hacen que la cola vaya en dirección opuesta al Sol, es como si nuestra estrella soplara a los gases que parten del cometa.

Consecuencias de un impacto

El cometa C/2012 S1 ISON fue descubierto el 21 de septiembre de 2012 por VitaliNevski de Bielorrusia y ArtyomNovichonok de Rusia, empleando un telescopio de 40 cm de diámetro. Investigaciones posteriores hallaron que el diámetro del cometa es de 5 km, es decir, un gran cometa, lo cual viene bien a los catastrofistas, ya que estas podrían ser las consecuencias de impactar un cometa contra la Tierra:
-Diámetro del cometa: 80 m. Destrucción de una ciudad.
-Diámetro del cometa: 350 m. Destrucción de grandes regiones.
-Diámetro del cometa: 700 m. Destrucción de un país.
-Diámetro del cometa: 1.700 m. Destrucción de un continente.
-Diámetro del cometa: 3 km. en adelante. Destrucción a nivel planetario.
Un asteroide de 6 km de diámetro, hace 65 millones de años, exterminó casi toda la vida en la Tierra, acabando con los dinosaurios. Con estos datos, los visionarios del fin del mundo se frotan las manos.

Tan brillante como la Luna

Las últimas investigaciones sobre el cometa C/2012 S1 ISON hacen pensar, en principio, que brillará tanto como la Luna llena en el mejor de los casos para finales de año, y tal vez se haga visible en pleno día. Muchos piensan ya en una visión apocalíptica. Una gran luz cegadora y después el impacto final.
La realidad es otra; el cometa proviene de una hipotética esfera que rodea al Sistema Solar a una distancia de unos 2 años luz (1 año luz equivale a 9,6 billones de km). Esta esfera, denominada Nube de Oort, son los restos o escombros de la formación del Sistema Solar. Allí se amontonan miles de millones de rocas que en ocasiones, por un proceso que desconocemos (tal vez por el paso de una estrella cerca que haga vibrar la nube con su gravedad) caen hacia el centro del Sistema Solar, ahora es el caso del cometa C/2012 S1 ISON que se dirige hacia el Sol.
Es la primera vez que este cometa se aproxima a nuestra estrella, por lo que no ha sufrido ningún desgaste antes, los hielos que lo rodean están intactos desde la formación del Sistema Solar, por lo que será un importante momento para el estudio de dicho cometa y extraer datos y conocimientos del comienzo del sistema planetario. Sus hielos, al estar intactos, se sublimarán por primera vez cuando se aproxime al Sol, lo que puede crear un estallido de gases y puede hacerse tan brillante como la Luna, pero este dato nunca lo sabremos hasta que esté en las proximidades de la Tierra. Los cometas son impredecibles, depende de la actividad que se genere en ellos y eso no lo puede saber nadie.
En el mes de abril, nos llevamos una desilusión enorme. Estaba previsto que el cometa Panstarrs, también denominado C/2011 L4, que provenía de la Nube de Oort y en su primer paseo alrededor del Sol, brillara algo menos que el planeta Venus, que es el tercer objeto más brillante del cielo tras el Sol y la Luna, pero apenas fue visible a simple vista. Esto le ocurre a la inmensa mayoría de los cometas que en un principio parecen prometer en brillo y tamaño aparente.
El cometa C/2012 S1 ISON pasará el 28 de noviembre a 1.100.000.000 km del Sol a una velocidad de 425.000 km/h. El 1 de octubre pasará a 10.800.000 km de Marte y el 26 de diciembre pasará a 62.000.000 de km de la Tierra, Marte se encuentra entre 59 y 102 millones de km de la Tierra. Pasará tan lejos de la Tierra, que hasta el día 14 ó 15 de enero de 2014, la Tierra no interceptará su órbita y posiblemente chocará con los restos que ha ido dejando por el espacio y provocará una nueva lluvia de meteoros (estrellas fugaces) de las más de 150 que hay contabilizadas al cabo de un año.
La clave de que el cometa se haga visible como un objeto enormemente brillante depende de si sobrevive al paso del perihelio, es decir, si no se fragmenta o deshace cuando alcance el punto más cercano al Sol. Tras este paso y tras iniciar su andadura hacia el interior del Sistema Solar nuevamente, comenzará a aproximarse a la Tierra, seguramente con otro tamaño y un brillo desconocido por todos. Es en su máximo acercamiento al Sol cuando se produce el estallido de actividad en la superficie del cometa, que tendrá que resistir para ser un espectáculo a simple vista para el mes de diciembre, si se conserva intacto, he ahí la cuestión, y entonces podrá ser más brillante que la Luna llena y será visible desde el hemisferio norte y sur. En el punto de máximo acercamiento al Sol, la temperatura reinante es de 2.700 grados por lo que el cometa se podría desintegrar o también por motivos de su aproximación al Sol, cuya fuerza de gravedad lo puede destruir. Así pues, el cometa se puede desintegrar, aparecer por detrás del Sol dividido y fragmentado o entero si ha resistido al calor y la gravedad del Sol.
Así que no habrá un fin del mundo, sino un bello espectáculo celeste visible a simple vista, con la posibilidad de que se pudiera ver incluso de día, si todo marcha bien. No será el fin de la Tierra, ni habrá grandes terremotos, ya que el cometa es minúsculo al lado de nuestro planeta y además pasa muy lejos, por lo que su fuerza de gravedad no influye para nada sobre nuestro planeta, ni tan siquiera si pasara muy cerca de la Tierra tendría efectos.

El cometa Halley y el pánico colectivo

En 1910, pasó el famoso cometa Halley, un gran cometa de 15x8x8 km, pero sus dimensiones no fue lo que asustó a gente, sino los catastrofistas. El cometa Halley es un viejo cometa conocido desde la antigüedad y que pasa por las proximidades de la Tierra cada 76 años, procedente del cinturón de Kuiper, un lugar más allá de Plutón, que contiene millones de cuerpos cometarios.
En la primavera de 1910, entre el 18 y el 19 de mayo, la humanidad estaba paralizada pues la Tierra estaba atravesando la cola del cometa Halley. Antes, había aparecido en la prensa de todo el mundo artículos sobre el cometa en el peor de los sentidos posibles. Se escribía que el cometa en su cola llevaba gases muy venenosos, entre ellos el mortal cianógeno, del grupo del cianuro, que brilla en los cometas de color verde cuando incide la luz del Sol sobre este gas.
Algunos se preguntaron, en caso de histeria colectiva y de tal desastre en el que la humanidad perecerá envenenada, ¿cuál sería el mejor negocio? Piense, piense… pues vender máscaras anticometa, que en realidad no sería otra cosa que máscaras antigas, contra el cianógeno. Muchas personas se suicidaron ante el inminente envenenamiento colectivo, pero otras personas se enriquecieron vendiendo las máscaras antigas. Los catastrofistas consiguieron su objetivo, pero el final no fue lo que predijeron; el fin del mundo. La Tierra atravesó la cola del cometa y los gases como ya se sabía en la comunidad científica y publicado, se extinguieron en la atmósfera sin más consecuencia. El cometa se alejaba, y la gente lo festejaba mientras se hacía más pequeño, en plazas, calles y bares. Hay que tener en cuenta que el cometa debió de impresionar a profesionales y profanos, ya que por aquel entonces las ciudades carecían de contaminación lumínica y el cielo se mostraba excesivamente negro. Incluso desde la V avenida de Nueva York, dicen los testigos haber estado aterrorizados por la visión del cometa, que ocupaba una gran extensión del cielo brillando como ningún astro.
El cometa Halley traía cola desde antiguo y es que, según una biografía póstuma, de la que no sabemos cuánta credibilidad hay que darle, el papa Calixto III, primer papa español, excomulgó a este cometa en 1456. Concibió que el cometa de cola amarilla se presentó en el cielo por la ira de Dios, el papa pensó que el cometa era el culpable del sitio de la ciudad de Constantinopla por los otomanos.

Leyendas

Algunas culturas asociaban la forma del cometa a una gran espada y pensaban en la ira de los dioses y traería castigos y guerras.
En la leyenda de Yakutia en  Mongolia, a los cometas se les denominaba “la hija del diablo” y presagiaba grandes tormentas y nevadas.
Los romanos pensaron que un cometa de fuego marcó la muerte de Julio César.
En Babilonia lo relacionaban con inundaciones y fuego.
Los cometas han sido admirados y temidos. Dicen que los cometas traen malos augurios y que están relacionados con guerras, pero cuándo no hay una guerra en la Tierra. Además se conocen más de mil cometas y la cifra aumenta todos los años. Cada año podemos ver varios, aunque no a simple vista, sino con telescopios. Todo cometa debe coincidir con alguna guerra o catástrofe natural, siempre las hubo.
Ya no debemos tener miedo a los cometas que pasan cerca de la Tierra, veamos tranquilos el paso del cometa ISON.



Fuente:    ABC

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