Es tan brillante que podemos contemplarla sin ayuda de ningún instrumento óptico, incluso desde las ciudades
M. Gilarte
Durante algunos días será posible ver una conjunción planetaria a la puesta del Sol.
Las conjunciones planetarias son el resultado del acercamiento aparente
de varios planetas en una pequeña región del cielo. En este caso hay
que mirar hacia el oeste. Justo al ocultarse el Sol y por encima de él,
en el crepúsculo, se podrá ver una estrella muy brillante, la más
brillante del cielo. Se trata del planeta Venus. Justo arriba de Venus y a la izquierda, otra 'estrella' brillante, en esta caso algo más apagada: es el planeta Júpiter. Si tomamos de nuevo la referencia de Venus, encima luce otra 'estrella', de brillo inferior; es el escurridizo planeta Mercurio, muy difícil de ver durante todo el año pues siempre se encuentra muy pegado al Sol y es deslumbrado por su brillo.
Las conjunciones planetarias son acontecimientos que podemos ver sin ningún tipo de ayuda óptica, incluso desde las ciudades,
aunque exista contaminación lumínica, que hace que las estrellas se
oculten y apenas veamos alguna que otra. Sin embargo, lejos de las
grandes urbes, el cielo no contaminado por la luz parásita que se
proyecta hacia arriba, en un desmedido derroche de dinero y luz, se
oscurece, pudiendo contemplar miles de estrellas a simple vista y
millones con unos sencillos prismáticos. Cada dos años, se pueden ver conjunciones planetarias entre dos o tres planetas,
cuatro planetas en conjunción es muy difícil de ver. El viernes 13 de
mayo de 2011, se produjo un acontecimiento de este tipo entre los
planetas Júpiter, Venus, Mercurio y Marte.
La conjunción entre Júpiter, Venus y Mercurio que
tiene lugar actualmente, comenzó hace unos días, pero aún estos
planetas tendrán que aproximarse mucho más entre ellos. Júpiter al estar
más lejos del Sol que Venus y Mercurio se desplaza muy lento en el
cielo, en su órbita alrededor del Sol lo hace a 13,2 km/s y parecerá
estático en el firmamento, mientras que Venus que se mueve a 35,4 km/s y
Mercurio que lo hace a 48,0 km/s, serán los planetas cuyos movimientos
notemos más acentuadamente.
En estos momentos, los tres planetas están alineados, pero
se irá perdiendo la alineación a medida que avanza el tiempo y formarán
un triángulo cuando Mercurio y Venus se aproximen a Júpiter. En los crepúsculos del atardecer del día 26 y 27 de mayo, los planetas mostrarán su máxima aproximación entre ellos,
incluso se podrán ver los tres, dentro del campo de visión de unos
prismáticos. A partir del día 27, los planetas se dispersarán, no
obstante el 28 de mayo, Venus pasará a tan sólo 1 grado de Júpiter (1
grado es el doble del tamaño de la Luna llena), produciéndose un
acercamiento insólito entre los dos planetas más brillantes del cielo.
Es una oportunidad para aquellos que jamás han visto planetas a simple
vista y contando con el siempre huidizo Mercurio, cuyas apariciones más
cómodas en el cielo, se restringen a unas 6 veces al año, bien al
amanecer o al atardecer. Ahora tenemos una magnífica referencia para
encontrarlo; los brillantes planetas Venus y Júpiter.
Un lugar elevado y despejado
Tengamos precaución de escoger un lugar elevado, con el
horizonte despejado de obstáculos, ya que el fenómeno se produce muy
bajo y tendremos un tiempo limitado de no más de una hora para verlo.
Tras este tiempo, los planetas caerán bajo el horizonte.
Las conjunciones planetarias no son muy corrientes entre
los planetas gigantes. Las que hay entre Júpiter y Saturno se dan cada
20 años, aunque las de Júpiter y Venus casi todos los años, en ocasiones
hasta tres veces o ninguna; las de Venus y Mercurio, entre una y cuatro
veces al año, debido a que son los planetas más próximos al Sol, sus
órbitas son más pequeñas y sus velocidades las más rápidas, por lo que
las posibilidades de que se acerquen aparentemente en el cielo son las
mayores del Sistema Solar. Las próximas conjunciones planetarias entre
Urano y Neptuno, que son las menos frecuentes, serán para los años 2165,
2336, 2509, 2680, 2853…
Malos augurios
Las conjunciones planetarias en la historia y según las
creencias de muchos pueblos, han sido señales de malos augurios, aunque
no siempre. La estrella de Belén que
marcó el camino de los magos hasta el pesebre donde nacería Jesucristo,
es aún un misterio, tal vez un acontecimiento celeste que todavía no ha
sido descifrado. La incertidumbre radica en la fecha del nacimiento de
Jesucristo, aunque por referencias bíblicas, es muy probable que lo
hiciera en el año -6 o -7. Por aquella época un acontecimiento singular
acaeció en el firmamento:
En el año 7 a.C. ocurrió una conjunción planetaria nada habitual, Júpiter
se paseó casi justamente por delante de Saturno, hasta en 3 ocasiones
en poco tiempo, en la constelación de Piscis. Los magos interpretarían
este hecho como: un gran rey (Júpiter) de Justicia (Saturno) nace entre
los judíos (Piscis). Se esperaba la llegada del Mesías, según los
profetas, y estos signos indicaban que el hecho estaba ocurriendo, al
menos para los magos de oriente.
“Después de oír al rey Herodes, ellos (los magos)
partieron. La estrella que habían visto en el este, iba delante de
ellos, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño” (Mateo
2.9). El planeta Júpiter se desplazó lentamente hacia el este en el año 7
a.C., iba delante de los magos, hasta que se detuvo y al poco comenzó
su camino hacia el oeste. En 1925 se encontró una tablilla de arcilla a
100 km de Babilonia, con caracteres cuneiformes, que habla de la
conjunción triple entre Júpiter y Saturno, así que fue visible en toda
aquella zona. La tablilla está en el museo estatal de Berlín. Los magos
conocían que un acontecimiento astronómico se repetiría por tres veces
durante varios meses. Probablemente partieron de oriente cuando el
fenómeno comenzó, llegando a Belén, cuando éste concluyó. El viaje que
realizaron duró varios meses. Hubo otras conjunciones en los años 5, 3 y
2 a.C.
Alineación planetaria
Otro fenómeno que confundimos con las conjunciones
planetarias, son las alineaciones planetarias. Este fenómeno es aún
mucho más raro, ya que varios planetas del Sistema Solar deben estar
perfectamente alineados, con respecto al Sol, uno detrás de otro. La
conjunción planetaria es una imperfecta alineación, que se proyecta en
el cielo de forma que vemos a los planetas muy próximos.
Se ha escrito mucho en referencia a las alineaciones, casi todo es sobre catástrofes en nuestro planeta,
provocadas por estas alineaciones. Pero nada de eso es cierto. Si todos
los planetas se alinearan, no ocurriría en la Tierra catástrofes
naturales: terremotos o grandes erupciones volcánicas, maremotos...
Tampoco saldría la Tierra de su órbita, es más, si este hecho ocurriera,
la fuerza de gravedad de todos los planetas juntos sería unas 10.000
veces inferior a la gravedad que ejerce la Luna sobre la Tierra. Es
decir, no pasaría nada.
En cualquier caso los fenómenos celestes son aprovechados por muchos
especuladores. Ni tan siquiera hubo una alineación planetaria tal y como
se pronosticaba para el 21 de diciembre del pasado año, con el fin del
mundo que algunos decían vaticinar los mayas. Al escribir alineación
planetaria en Internet, aparece el fin del mundo de los mayas y la
alineación que no ocurrió y que se sabía evidentemente que no ocurriría,
no es más que el aprovechamiento de los catastrofistas.
En realidad una alineación planetaria de todos los planetas
es imposible que ocurra y el motivo es que los planetas giran alrededor
del Sol casi en el mismo plano. Si pusiéramos todos los planetas en
fila, no podríamos pasar por el centro de ellos una línea recta que
atravesara a todos, ya que sus órbitas están levemente inclinadas las
unas con respecto a las otras, es decir, que al ponerlos en fila, unos
estarían más altos y otros más bajos.
Aunque ninguna de estas alineaciones son perfectas y
algunas deben ser vistas desde el espacio y no desde la Tierra, en marzo
de 2024 estarán en línea Urano, Júpiter, Mercurio y el Sol; en octubre
de 2029 lo harán los planetas Marte, Venus, Tierra y Saturno; en junio
de 2040 se linearán Neptuno, Marte, Júpiter y Saturno; en mayo de 2041
Saturno, Júpiter, la Tierra y Venus; en octubre de 2080, se alineará la
Tierra con Marte, Júpiter, Saturno y Urano; en febrero de 2100, los
planetas Tierra, Marte, Júpiter y Saturno. Durante este siglo habrá
muchas alineaciones entre dos, tres o cuatro planetas, sin tener en
cuenta al Sol, pero es extraordinariamente difícil una alineación de
cinco planetas, más planetas involucrados es prácticamente imposible y
tendrían que correr los siglos para ello.
Así que estemos tranquilos con respecto a las alineaciones
planetarias y disfrutemos de la visión que nos ofrece estos días, la
conjunción planetaria, visible en el horizonte oeste, entre los planetas
Júpiter, Venus y Mercurio.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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