Expertos del Grupo AIRE de la Universidad de Extremadura (UEx) han
constatado las "intensas olas de frío" que sufrieron los países de Siria
e Irak entre los años 900 y 950, a través del estudio de manuscritos
árabes antiguos.
Así lo han concluido un equipo de investigadores del grupo AIRE María
Cruz Gallego, Fernando Domínguez-Castro y José Manuel Vaquero, quienes
creen firmemente en el valor de las "pistas" dejadas por la mano del
hombre de la época en todo tipo de documentos, y que "consisten en
comentarios populares, estudios caseros o mediciones por parte de
historiadores o cronistas", informa la UEx en nota de prensa.
En particular, el artículo publicado en la revista 'theWeather' constata
cómo en el año 900 el territorio donde en la actualidad se sitúan Irak y
Siria padeció "periodos caracterizados por un frío hoy realmente
inusual, con termómetros incluso por debajo de los cero grados".
Según uno de los científicos que ha participado en este estudio,
Fernando Domínguez-Castro, la importancia de este artículo radica en que
ha tenido en cuenta escritos árabes realmente antiguos, además de
evidenciar la importancia de estos datos para interpretar mejor el clima
actual.
Unos parámetros que ayudarán a dimensionar con más rigor los posibles
cambios o alteraciones climáticas, explica Domínguez-Castro, quien
destaca que son fuentes "directas" de datos "tradicionalmente olvidadas
por muchos científicos especialistas en clima, y que esconden un enorme
potencial científico", según ha señalado.
Entre los datos hallados por los expertos de la UEx en diferentes
documentos, hay expresiones tan curiosas como las que describen el "vino
congelado", o los paisajes nevados de estos dos países. Estas escenas
se volvieron a repetir en Irak en 2008, y atrajeron la atención de
muchos científicos de todo el mundo.
Este primer artículo centrado en fuentes históricas árabes para el
estudio del clima aborda también otros fenómenos como sequías y lluvias,
aunque por encima de cualquier otra valoración sobresale el extenso
periodo de frío a lo largo de unos 50 años.
"Una acumulación que nos hace sospechar que durante esa época el
clima era mucho más frío que el actual", apunta Domínguez-Castro, quien
ha considerado llamativo que una de estas olas de bajas temperaturas se
produjera en verano, provocada casi con total seguridad por una erupción
volcánica.
A juicio del experto de la UEx no hay muchos estudios climáticos al
respecto por las barreras culturales y de idiomas existentes entre la
cultura árabe y la occidental en la generación de resultados
investigadores. "Los científicos debemos trabajar conjuntamente con los
expertos que saben leer estos textos históricos porque hay mucha
información por descubrir", señala.
-. Firma: RCC/LRS .-manuscritos, escritos por eruditos árabes, pueden
proporcionar información meteorológica valiosa para ayudar a los
científicos modernos a reconstruir el clima del pasado, según un nuevo
estudio.
La investigación, publicada en 'Weather', y llevada a cabo por
investigadores de la Universidad de Extremadura, analiza los escritos de
eruditos, historiadores y diaristas de Irak, durante la Edad de Oro
Islámica, entre 816 y 1009 d.C.
La reconstrucción de los climas del pasado proporciona la posibilidad
de realizar una comparación histórica con los fenómenos meteorológicos
modernos. Los árboles, los núcleos de hielo, y el coral, proporcionan
evidencia del clima pasado, sin embargo, las fuentes humanas están
limitadas por la información histórica disponible.
Hasta ahora, los investigadores se han basado en registros oficiales que
detallan los patrones del clima, incluidos los informes de la fuerza
aérea durante la Segunda Guerra Mundial y los registros de los buques de
siglo XVIII.
Ahora, científicos españoles de la Universidad de Extremadura, han
recurrido a fuentes documentales árabes de los siglos X y XI elaboradas
por historiadores y comentaristas políticos de la época, quienes, además
de centrarse en los acontecimientos sociales y religiosos de la época,
también se refieren a fenómenos meteorológicos anormales.
"La información climática que se recuperó de estas fuentes antiguas se
refiere, principalmente, a fenómenos extremos que afectaron a la
sociedad en general, tales como sequías e inundaciones", afirma el autor
principal, el doctor Fernando Domínguez-Castro, quien añade que, "sin
embargo, también documentaron condiciones extrañas que se vivieron en la
antigua Bagdad, como tormentas de granizo, la congelación de los ríos o
la nieve".
Bagdad era un centro importante para el comercio y la ciencia en el
mundo islámico antiguo.
En 891 d.C., el geógrafo al- Ya'qubi escribió que la ciudad no tenía
rival en el mundo, con veranos calurosos e inviernos fríos, condiciones
climáticas que favorecieron la agricultura. Sin embargo, muchos
documentos antiguos escritos en Bagdad se han perdido en una historia de
invasiones y guerras civiles; aunque, a partir de los trabajos de
escritores como al-Tabari, Ibn al-Athir y al-Suyuti, pudo rescatarse
cierta cantidad de información meteorológica.
Cuando se recopilaron y analizaron los manuscritos, éstos revelaron un
aumento de los eventos fríos en la primera mitad del siglo X, esto
incluyó una reducción significativa de las temperaturas durante el mes
de julio del 920 d.C., y tres nevadas en 908, 944 y 1007 d.C. En
comparación, el único registro de nieve en la moderna Bagdad fue en
2008, una experiencia única en la vida de los iraquíes.
"Estos signos de un período de frío repentino confirman el descenso
de la temperatura durante el siglo X, inmediatamente antes del Período
Cálido Medieval", explica Domínguez-Castro, "creemos que esta caída en
las temperaturas pudo ser causada por una gran erupción volcánica".
El investigador concluye que "la capacidad de reconstruir los climas del
pasado nos proporciona un contexto útil para la comprensión histórica
de nuestro propio clima".
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: sabiens
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