Rusia estuvo al borde de sufrir un desastre nuclear a finales de
diciembre cuando un submarino equipado con armas nucleares se incendió,
dijo una importante revista rusa, contradiciendo la versión oficial de que el barco no estaba armado.
Funcionarios rusos dijeron en aquel momento que todas las armas
nucleares a bordo del submarino Yekaterinburg habían sido descargadas
mucho antes del incendio registrado en la nave de 167 metros del largo y
que no había habido riesgo de una fuga de radiación.
Pero el respetado semanario Vlast citó a varias fuentes de la fuerza
naval rusa diciendo que durante el incendio el 29 de diciembre el
submarino tenía a bordo 16
misiles balísticos intercontinentales R-29, que están armados con cuatro
ojivas nucleares cada uno.
"Rusia, por un día, estuvo al borde de la mayor catástrofe desde
Chernóbil", reportó Vlast. El desastre de 1986 en la actual Ucrania está
considerado como el peor accidente nuclear de la historia.
El Ministerio de Defensa ruso y la oficina del viceprimer ministro
Dmitry Rogozin, que es el encargado de asuntos militares, no hicieron
declaraciones sobre la noticia.
No fue posible contactar con un portavoz de la fuerza naval.
El incendio comenzó cuando unas chispas prendieron fuego a unos andamios
de madera que rodeaban el submarino de 18.200 toneladas en las dársenas
de Roslyakovo, uno de los principales puertos utilizados por la flota
del norte de Rusia, ubicado a 1.500 kilómetros al norte de Moscú.
La goma que cubre el submarino se incendió, lanzando columnas de humo
negro hasta 10 metros de alto. Los bomberos combatieron el fuego durante
un día y una noche antes de hundir parcialmente la nave para apagar las
llamas, según noticias aparecidas en la prensa.
Vlast dijo que inmediatamente después del incendio, el Yekaterinburg
navegó hasta el depósito de armas de la fuerza naval, un viaje inusual
para un submarino dañado que supuestamente no llevaba armas, poniendo en
duda la versión oficial.
"K-84 estaba en la dársena con cohetes y torpedos a bordo", afirmó la revista, agregando que aparte de armas nucleares, el submarino tenía torpedos, minas y dos reactores nucleares.
La revista explicó que si uno de los torpedos hubiera explotado, habría
amenazado a los misiles nucleares, provocando un accidente nuclear
extremadamente peligroso.
Las noticias aparecidas en los medios acerca de lo que ocurrió en el
momento del incendio fueron contradictorias y los periodistas
extranjeros no pudieron acceder a la zona de alta seguridad.
El peor desastre submarino de la Rusia post-soviética ocurrió en agosto
de 2000, cuando el submarino nuclear Kursk se hundió en el Mar de
Barents causando la muerte de sus 118 tripulantes.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: sabiens
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