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lunes, 6 de agosto de 2012

Lo que no nos dijeron en el año 1989.



Qué hacíais el 22 de marzo de 1989? Quizás estar practicando pueriles amenidades, persiguiendoos los unos a los otros, faltando a clase, jugando a la consola, sudando al baloncesto en las pistas, comiendo bocadillos de nocilla, viendo el un dos tres, coleccionando cromos, creyendo que el mundo no era más grande que el barrio y cinco casas más, empezando a sentir picores y calentones inexplicables, bebiendo fantas en el bar de la esquina, jugando a las canicas, viviendo todos los días como si fueran el último. 

Pues bien, en vuestra/nuestra supina inocencia e ignorancia juvenil/adolescente, quizás desconozcáis el hecho de que el 22 de marzo de 1989 el planeta tierra estuvo a 6 horas de sufrir una extinción en masa que posiblemente hubiera acabado con la vida en la tierra tal y como la conocemos. El causante de dicha desgracia tiene nombre y apellidos: 4581 Asclepius. 

Se trata de un asteroide de 300 metros de la clase Apolo, es decir, asteroides cuya órbita atraviesa en determinados momentos la del planeta tierra. En concreto, 4581 Asclepius ha llegado a aproximarse a una distancia de 600.000 km. de la tierra. El 22 de marzo de 1989 lo hizo a 700.000 kilómetros, atravesando la posición donde había estado la tierra tan solo hace 6 horas. La potencia del impacto de este asteroide de haber golpeado la tierra hubiera sido equivalente a la energía liberada en total de haberse lanzado sobre la tierra una bomba de hiroshima cada segundo durante 50 días (editado porque el artículo de la wikipedia ha sido actualizado: como una bomba atómica de 600 megatones). Otra victoria para los que afirman que solo el desconocimiento da la felicidad. (fuente/en.wikipedia.org/wiki/4581_Asclepius)

Pero la palabra Asclepius no tan solo se utilizó en el año 1989 sinó que provien de mucho más lejos en el tiempo.

El Asclepio (Esculapio) es uno de los tratados del Corpus Hermeticum, obra gnóstica de los primeros siglos de nuestra era, que se presentaba como proveniente del Antiguo Egipto, como revelaciones del dios Toth (Tat), y que ejerció una poderosa influencia en el neoplatonismo. 

En este tratado se anuncian ideas tan sugerentes como las de la bisexualidad de Dios, y se alude el "arte de animar estatuas", al que se refiere la estudiosa Frances Yates así como Angela Voss. Libro sagrado de Hermes Trismegisto dirigido a Asclepio. 
Breve y parcial resumen:

 Dios, sí, Dios te trajo, ¡oh Asclepio!, a que asistieras a esta conversación divina, que lo es con razón, porque de todas las que hasta ahora tuvimos o que a nosotros nos inspiró el númen divino, esta aparecerá, por su escrupulosa piedad, como la más divina. Que si te mostraras capaz de comprenderla, tu alma será colmada de todos los bienes - si es que en verdad hay muchos bienes y no Uno sólo, en el que están todas las cosas. 

Porque ambos términos son recíprocos, pues todas las cosas dependen de Uno y este Uno es todas las cosas. De tal manera están unidos uno al otro que es imposible separarlos. Pero entenderás ya estas cosas a lo largo de la exposición de nuestro discurso, si prestas diligente atención. Ahora, oh Asclepio!, ve y llama a Tat, que no está muy lejos, para que él también asista. Venido Tat, Asclepio propuso que también asistiera Amón. A lo que Trismegisto dijo: "No hay en mí animadversión alguna en su contra: antes bien recuerdo que a él le dirigí muchos de mis escritos, como lo hice también con Tat, hijo muy amado y querido, a quién consagré muchos tratados de la naturaleza, e innumerables exotéricos. Pero este tratado de hoy lo escribiré en tu nombre. Luego de Amón, no llames a nadie más, no sea que un tema tan religioso y de tanta importancia sea profanado por la presencia e intervención de muchos. Es impío divulgar masivamente un asunto tan lleno de la entera majestad de Dios."
 
 
 
Fuente:    sabiens
 

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