El director del proyecto, Richard Fitzgerald, dijo entusiasta que “todo está listo y preparado para poner en marcha el proyecto de las naves Storm Belr (RBSP) como estaba previsto"
“Tanto las naves gemelas y todo el equipo de RBSP están ansiosos por empezar su exploración de una de las partes más peligrosas del espacio cercano a nuestro planeta”, agrega Fitzgerald.
Estas naves son las sondas gemelas Storm Belr y operarán en el corazón de las regiones radiactivas que corresponden a los dos anillos o cinturones de Van Allen, señala la NASA.
Los científicos esperan recolectar datos cruciales, sin embargo estos Cinturones de Van Allen están compuestos de electrones y protones de muy alta energía, que pueden ser de gran riesgo para los equipos electrónicos robotizados que recolectar los datos, y más aún parta el ser humano.
La directora de la división de Heliofísica de la NASA explicó que se
estudiará el impacto que ejercen las partículas provenientes del Sol en
el cinturón de radiación de la Tierra.
El Sol expulsa durante sus explosiones (tormenta solar) gran
cantidad de masa coronal, conocidas como CME, y estas masas, compuestas
de partículas electromagnéticas de diverso tipo, viajan por efecto de
los vientos solares en todas las direcciones en torno nuestra estrella.
Algunas de ellas llegan a la Tierra.
Hasta la fecha, el departamento de Predicción de Clima Espacial de la
Agencia Atmosférica y Oceanográfica de Estados Unidos (NOAA), emite
durante las 24 horas los informes de la actividad solar, la cual resulta
ser muy variable. Durante los períodos de mayor actividad se detectan tormentas de radiación solar, tormentas geomagnéticas, que
dañan los circuitos energéticos de la Tierra, bloqueos en las
comunicaciones por ondas de radio, y además detecta si llegan desde el
Sol altos niveles de electrones y protones.
Ahora la NASA espera comprender como realizar mejores predicciones sobre
todo orientadas a proteger la infraestructura tecnológica en el
espacio, las naves espaciales, los múltiples satélites que operan con
servicios para la Tierra o las infraestructuras que pueda verse afectada
en nuestro planeta.
James Van Allen descubrió los cinturones de radiación
en 1958 y detectó que éstos varían de acuerdo a los cambios y a las
tormentas solares, pero no hay total comprensión de cómo opera este
comportamiento, señala la NASA.
El científico David Sibeck, de la estación espacila Goddard en
Greenbelt, Maryland, explicó semanas atrás que a pesar de los
descubrimientos realizados en torno a los cinturones ahora hay más
preguntas que respuestas, y las investigaciones deben orientar a como
proteger a los satélites.
" El cinturón interior de radiación se mantiene bastante estable, pero
el número de partículas en el exterior se pueden hinchar 100 veces o
más, fácilmente que abarca una multitud de satélites de comunicaciones e
instrumentos de investigación que orbitan la Tierra. Averiguar lo que
impulsa estos cambios en los cinturones, se requiere entender lo que los
impulsa", destaca David Sibeck en un uinforme del proyecto.
"La dramática dinámica de los cinturones de radiación de la Tierra
causada por el clima espacial son altamente impredecibles", confirma
Barry Mauk, científico del Laboratorio de Física Aplicada de la
Universidad Johns Hopkins University en Laurel, y uno de los integrantes
del proyecto.
“Uno de los objetivos fundamentales de la misión RBSP es el uso de la
magnetosfera de la Tierra como un laboratorio natural para comprender
cómo la radiación en general, se crea y se desarrolla en todo el
universo. Hay muchos misterios que necesitan ser resueltos", agrega
Mauk.
Lo que se conoce hasta el momento, es que durante las tormentas solares,
la radiación aumenta y esto afecta a los pilotos y pasajeros de los
aviones que se encuentran en las zonas polares.
Otro de los efectos es que puede desactivar a los satélites, causar
daños en la red eléctrica, causar interferencias en el posicionamiento y
en las señales de comunicación y de televisión.
Cinturones de Van Allen
Fueron descubiertos por el físico estadounidense James Van Allen,
responsable del experimento realizado por el primer satélite artificial
Explorer 1.
Los cinturones son dos fajas de partículas que están relacionadas al campo magnético terrestre que rodea a nuestro planeta.
Estas partículas recorren las líneas del campo magnético de la tierra
por la fuerza del campo eléctrico y el campo magnético que se produce
cuando hay una carga eléctrica en movimiento, acción denominada por los
físicos como “Fuerza de Lorentz”, informa Astromía.
Las partículas se mueven entre los dos polos de norte a sur y estos
cinturones son evitados por las misiones tripuladas ya que su radiación
puede afectar a los tripulantes.
Los cinturones se extienden desde unos cientos de kilómetros sobre la
Tierra hasta 48 mil a 64 mil kilómetros de altura, según reporta el
medio científico.
La mayor parte de los protones de más alta energía, es decir sobre los
10MeV, se encuentran en el cinturón interior a una altura de los 3.200
Km, mientras que los electrones de mayor energía se concentran en el
cinturón exterior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario