Investigadores abordan con un nuevo enfoque la forma en la que moléculas orgánicas pueden crearse de compuestos inertes
En 1953, dos investigadores, Stanley Miller y Harold Clayton Urey, de la Universidad de Chicago, llevaron a cabo un experimento mundialmente famoso que reproducía en laboratorio las condiciones que supuestamente se produjeron en la Tierra primigenia. La prueba demostraba la existencia de una «sopa primordial» por la que moléculas orgánicas importantes para el surgimiento de la vida podían formarse espontáneamente a partir de compuestos inorgánicos. Ahora, científicos del Instituto Tecnológico de Georgia, con ayuda de científicos de la NASA y del Instituto Tecnológico de Tokio, han recreado el experimento con un enfoque más seguro y adaptado al siglo XXI.
El famoso experimento de la «chispa de la vida» consistía en mezclar una serie de componentes, como metano, amoníaco, dióxido de carbono, hidrógeno y agua a descargas eléctricas de 60.000 voltios a temperaturas muiy altas. El resultado fue la observación de una serie de moléculas orgánicas, pilares básicos para el desarrollo de la vida. «Los resultados de este estudio mostraron que los aminoácidos, los componentes básicos de la vida, se podrían formar en las condiciones primitivas de la Tierra», explica el investigador Eric Parker sobre la idea original de Miller y Urey.
A pesar de la importancia del experimento, Miller se mostró reacio a animar a sus colegas a repetirlo, debido al riesgo de inducir una explosión. Aunque otros equipos lo han llevado a cabo, los de Georgia decidieron realizar su propia versión, con un enfoque moderno y simplicado del método original de 1953, de forma que los investigadores interesados sepan cómo llevar a cabo el experimento de forma segura, «con instrucciones precisas sobre la evacuación de los gases inflamables (como el oxígeno, el metano y el hidrógeno) del aparato de reacción antes de iniciar la chispa». Un vídeo publicado en JOVE (Journal of Visualized Experiments) lo muestra paso a paso.
El segundo experimento olvidado
Aún con estos peligros, Parker cree que sigue habiendo un gran interés entre los científicos para recrear el experimento de Miller- Urey y realizar variaciones del mismo para probar nuevas ideas de investigación. Mientras tanto, Parker y sus colegas esperan que su vídeo estimule la investigación. Tales esfuerzos podrían ayudar a responder preguntas clave en el campo del origen de la vida, como qué condiciones prebióticas pueden haber facilitado la síntesis de compuestos orgánicos específicos que se consideran importantes para que hoy día nosotros mismos estemos aquí.
En 2011, científicos de la Institución de Oceanografía Scripps en La Jolla (EE.UU.) recuperaron un segundo experimento muy similar realizado por Miller en 1958, cuyas muestras habían sido olvidadas. Tras analizar las muestras, los investigadores llegaron a la conclusión de que los relámpagos, la actividad volcánica y los gases asociados a estos fenómenos podrían haber reaccionado entre sí para producir los primeros elementos creadores de vida.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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