Científicos creen haber encontrado la explicación a cómo se formaron los cuatro soles más descomunales jamás descubiertos, uno de ellos 300 veces la masa del Astro rey
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Descomunales, atroces. Cualquier adjetivo se queda corto ante las dimensiones de cuatro estrellas «monstruosas» descubiertas por un equipo científico en 2010. Una de ellas, la más pesada (conocida como R136a1), es más de 300 veces más masiva que nuestro Sol y diez millones de veces más luminosa.
Si reinara en nuestro Sistema solar, el año se reduciría a tres semanas
y la vida en la Tierra sería imposible. Estos exóticos soles están
ubicados en el cúmulo estelar gigante R136, en la cercana galaxia de la Gran Nube de Magallanes,
a 165.000 años luz de distancia. Nada parecido ha sido visto en ningún
otro lugar, lo que lleva a los científicos a preguntarse qué las hace
tan especiales. ¿Por qué son tan desmesuradamente grandes? Un grupo de
astrónomos de la Universidad de Bonn cree tener una explicación, que ha
publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society. Resulta que sus enormes dimensiones se deben a unos brutales choques cósmicos.
La Gran Nube de Magallanes es el tercer satélite más cercano a la Vía Láctea y contiene alrededor de 10.000 millones de estrellas. Tiene muchas regiones de formación estelar, pero la más activa es, con diferencia, la Nebulosa de la Tarántula,
de un diámetro de 1.000 años luz, donde fueron encontradas las cuatro
estrellas supermasivas. Su cuna es un joven cúmulo de estrellas
denominado R136, una brillantísima guardería estelar.
Las
cuatro estrellas monstruo rompieron las reglas que se daban por válidas
hasta entonces sobre formación estelar. Se creía que ninguna estrella
podía tener una masa superior a las 150 masas solares. Sin embargo, las
cuatro estrellas ultramasivas recién descubiertas son una excepción a
este límite. ¿Significa eso que el nacimiento de las estrellas en esa
región está sucediendo de una manera muy diferente al de otros lugares
del Universo? Si así fuera, pondría en entredicho el carácter universal
del proceso de formación de estrellas, una premisa fundamental de la
astronomía moderna.
Choques estelares
El
grupo de Bonn simuló por ordenador el cúmulo con más de 170.000
estrellas estrechamente unidas. Al principio, las estrellas eran de una
masa normal y se distribuyeron de la forma esperada. Para calcular cómo
este sistema relativamente básico cambiaba a través del tiempo, el
modelo tenía que resolver 510.000 ecuaciones muchas
veces. La simulación se complica por el efecto de las reacciones
nucleares y la energía liberada por cada estrella que se produce cuando
dos estrellas chocan, un evento frecuente en un entorno tan apretado.
«Una
vez que estos cálculos se hicieron, quedó claro que las estrellas
ultramasivas no son un misterio», dice Sambaran Banerjee, autor
principal de la investigación. Las estrellas empezaron a aparecer muy
temprano en la vida de la agrupación. Con tantas estrellas masivas en
pares binarios apretados, muy juntos, son frecuentes los encuentros al
azar, y algunos resultan en colisiones de estrellas, en las que dos se funden en objetos más pesados. El resultado son las estrellas ultramasivas.
«Imaginemos
dos estrellas muy voluminosas que orbitan muy cerca entre sí pero que
son separadas por la atracción gravitatoria de las estrellas vecinas. Si
su órbita circular inicial se estira lo suficiente, entonces las
estrellas chocan entre sí a medida que pasan, lo que provoca una sola
estrella ultramasiva», explica Sambaran. Esta teoría supone un alivio
para los científicos, ya que cumple con las reglas de formación de estrellas hasta ahora conocidas.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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