Si alguna vez has cortado una cebolla o si has estado cerca de alguien que lo hacía, sabrás muy bien por qué esta pregunta es tan válida. Quizás te lo hayas preguntado y aunque hayas imaginado que se debe a algún compuesto químico en su interior, ¿qué tiene la cebolla que nos hace llorar?
Hoy, además de explicártelo, voy a enseñarte un experimento fácil y muy entretenido con el que no solo estarás aprendiendo desde las ciencias, sino que también estarás ayudando a mamá en la cocina. ¡Vamos a ver!
El experimento de la cebolla
Para comenzar, veamos el experimento de la cebolla. Quizás no sabes que las cebollas te hacen llorar y la experiencia te ayude a entenderlo mejor o a lo mejor ya lo has hecho y probar este experimento te sirva para la próxima.Materiales:
- 2 cebollas
- 1 cuchilla
- 1 tabla de cocina
- 1 par de lentes de agua (como los que utilizas en la piscina)
Cómo hacer:
Antes que nada, lo más importante es la seguridad siempre, así que busca a un adulto responsable para que supervise el experimento o que te dé una mano con la cuchilla (no querrás lastimarte). Bien, ahora toma un cebolla, colócala sobre la tabla de cocina, quítale la cáscara lentamente y con la cuchilla, córtala en muchísimos trozos pequeños (lo más pequeño que puedas).¿Listo? ¿Estás llorando? Pero ¡vamos! Nos estamos divirtiendo y ¡eres muy joven para estar llorando por nada! ¡Todo sea en nombre de la ciencia!
¿Qué sucede? ¿Ya no hay lágrimas? ¿Pero a qué se debe?
Una cuestión celular...
Como todos pensábamos, la respuesta es muy sencilla y todo se trata de una cuestión celular. Las cebollas son vegetales que pertenecen a la familia de plantas Genus Allium, tal como los ajos, las cebollas de verdeo o los puerros y como tales crecen en la tierra.Aunque el resto de los vegetales no nos hacen llorar, los miembros de esta familia absorben azufre del suelo que luego se dispersa en su composición. Cuando cortamos la cebolla, rompemos sus células y como consecuencia, estos compuestos químicos dispersos en su interior se desprenden.
Las enzimas descomponen los aminoácidos sulfóxidos formando ciertas cantidades de gas de azufre natural. Este gas sube hasta nuestros ojos y en ellos reacciona al hacer contacto con el agua natural del ojo, formando pequeñísimas cantidades de ácido sulfúrico, un ácido tremendamente nocivo que en cantidades mucho más grandes sería muy pero muy peligroso.
Ese ácido en el ojo es lo que activa la glándulas lagrimales que de inmediato liberan las lágrimas que diluirán el ácido y te harán llorar. Cuando utilizaste los lentes, el gas no alcanzó el ojo y como resultado, no hubo reacción química en él.
¡Muy divertido e interesante! ¿Sabías que los científicos han estado experimentando con las cebollas en miras de crear una nueva especie de cebollas alteradas genéticamente para que tengan bajos niveles de estas enzimas? Anímate y pruébalo ahora, quizás las cebollas que te hacen llorar: ¡dejen de existir pronto!
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ojocientifico
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