A pesar de que la ciencia realiza nuevos avances día a día, todavía la humanidad es testigo de fenómenos a los cuales no encuentra una explicación.
La combustión espontánea humana es uno de ellos. Dicho a grosso modo, se trata de la incineración de personas vivas sin fuentes externas de ignición. Es decir, no es gente que se rocía con combustible y se arroja una cerilla, sino casos de personas se han prendido fuego desde dentro hacia afuera, de la nada, sin ningún elemento que haya provocado el incendio.
Un fenómeno antiguo
Desde hace 4 siglos, se han registrado aproximadamente 200 casos de combustión espontánea humana. Más allá de las numerosas investigaciones, aún no se ha podido descartar con seguridad que se trate de una anomalía ya presente en nuestros genes, hecho que posibilitaría medidas de prevención e incluso un tratamiento para eliminar las probabilidades de sufrir el fenómeno.Aún no hay forma de saber si tienes una predisposición genética de carácter hereditario que te haría candidato a una combustión. No obstante, se han esgrimido explicaciones que pueden ayudarte a medir, aunque sea en forma aproximada, tu riesgo de sufrirla.
Mejor prevenir que quemar
Por ejemplo, permanecer cerca de una fuente externa de ignición podría provocar una combustión humana, proceso que se conoce la teoría del “efecto mecha”. Este se produce cuando la vestimenta de la víctima se enciende gracias a alguna fuente de ignición externa; entonces, el fuego quema la piel y comienza a derretir la grasa corporal, que actuaría como el sebo de una vela, mientras la ropa cumpliría el papel de mecha. Así, el cuerpo podría arder como una vela durante varias horas.La teoría fue estudiada por un experto forense de California, apellidado de Haan. En este sentido, si tienes exceso de grasa corporal y llegaras a sufrir un accidente con fuego, podrías estar más cerca de ser víctima de un incendio corporal.
Por otra parte, al parecer, el exceso de alcohol en sangre podría aumentar las probabilidades de combustión, por lo que una persona ebria sería candidato perfecto para prenderse fuego.
No obstante los casos registrados hasta el momento, hay quienes afirman que las pruebas documentadas existentes no son reales, basándose en que muchas de ellas no presentan suficientes datos de las víctimas en cuestión. Tú, por las dudas, ten siempre a mano una botella de agua cerca, más vale no confiarse.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ojocientifico
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