Una investigación de la Universidad de Princeton refuerza la idea de que elementos esenciales para la vida o incluso microorganismos llegaron a la Tierra desde el espacio
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Amaya Moro-Martín
La teoría de la Panspermia dice que los elementos básicos para el origen de la vida pudieron distribuirse por todo el Universo y llegar a la Tierra incrustados en una lluvia de meteoritos después
de salir disparados al espacio desde otros planetas por el impulso de
eventos colosales como gigantescas erupciones volcánicas o el choque con
un asteroide. Esta controvertida hipótesis plantea numerosas dudas a
los más escépticos, pero algunos científicos la abrazan con fervor. Un
nuevo estudio presentado en el Congreso Europeo de Ciencias Planetarias,
que se celebra estos días en Madrid, ahonda en esta posibilidad. Según
los investigadores, en determinadas condiciones, existe una alta probabilidad de que la vida llegara nuestro planeta como una siembra cósmica.
Habría ocurrido durante la infancia del Sistema Solar, cuando nuestro
mundo y sus vecinos planetarios habitaban otras estrellas lo
suficientemente cerca unos de otros como para poder intercambiar
material sólido vía asteroides.
Según
los autores, los resultados proporcionan un fuerte apoyo para la
litopanspermia (del griego: lithos = piedra, pan = todo, esperma =
origen). Una investigación anterior sobre este fenómeno había sugerido
que la velocidad a la que los objetos podían recorrer el espacio hacía
que la probabilidad de ser capturados por otro planeta fuera pequeña.
Sin embargo, esta nueva investigación, basada en simulaciones por
ordenador, sugiere la posibilidad de un proceso llamado transferencia débil,
por el que objetos sólidos pueden deambular poco a poco fuera de la
órbita de un cuerpo celeste, como un planeta, para terminar en la órbita
de otro, aumentando las posibilidades de que este proceso dé lugar a un intercambio de elementos básicos para la vida o, quizás, incluso de microorganismos.
Un fenómeno muy probable
La investigación se basa en los principios desarrollados por el conocido matemático de la Universidad de Princeton Edward Belbruno.
«Nuestro trabajo dice lo contrario de la mayoría de los trabajos
anteriores», dice el científico. «La litopanspermia podría ser un
fenómeno muy probable, y este puede ser el primer estudio que lo
demuestra. Si este mecanismo es cierto, tiene implicaciones para la vida
en el conjunto del Universo. Esto podría haber ocurrido en cualquier
parte».
El
equipo observó que las velocidades lentas ofrecen una muy alta
probabilidad de intercambio de material sólido mediante la transferencia
débil, y también encontró que el tiempo de este cambio puede ser
compatible con el desarrollo real del Sistema Solar, así como con el momento de la primera aparición de la vida sobre la Tierra. Los investigadores creen que las formas básicas de la vida son lo suficientemente resistentes para sobrevivir a un viaje interestelar y al impacto final en un planeta.
El
estudio muestra que el intercambio de material entre diferentes
sistemas planetarios es probable, pero para que se realice de verdad, el material tiene que aterrizar en un planeta parecido a la Tierra donde la vida pueda prosperar.
«Nuestro estudio no prueba que la litopanspermia que realmente sucedió,
pero indica que se trata de una posibilidad abierta», indica Amaya
Moro-Martín, del Centro de Astrobiología CSIC-INTA y la Universidad de
Princeton.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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