Investigadores descubren que un microbio de la levadura rejuvenece cada vez que se reproduce
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No es la alimentación, no es el ejercicio. Un pequeño organismo, un microbio común de la levadura, ha despertado la curiosidad de un equipo internacional de científicos porque consigue mantenerse siempre joven.
El truco, según han descubierto investigadores de la Universidad de
Bristol y el Instituto Max-Planck de Biología Celular, Molecular y
Genética, consiste en que el afortunado ser rejuvenece cada vez que se reproduce. Los resultados, publicados en la revista Current Biology, proporcionan conocimientos fundamentales sobre los mecanismos del envejecimiento.
Si bien el envejecimiento sigue siendo un hecho inevitable
de la vida, a diferencia de otras especies, el microbio de la levadura
Schizosacchromyces pombe es inmune al paso del tiempo cuando se está reproduciendo y en condiciones de crecimiento favorables.
En general, incluso los microbios que se dividen
simétricamente, no lo hacen en dos partes exactamente iguales.
Investigaciones detalladas revelaron que hay mecanismos que aseguran que
una mitad obtiene material más viejo,
a menudo defectuoso, mientras que la otra mitad está equipada con nuevo
material totalmente funcional. Como ocurre con los seres humanos, los
microbios, en cierto sentido, producen una descendencia que es más joven
que el padre.
Más jóvenes que antes
Pero el envejecimiento no es inevitable para el S. pombe.
El trabajo recién publicado muestra que este microbio es inmune bajo
ciertas condiciones. Cuando la levadura se trata bien, se reproduce
dividiéndose en dos mitades en las que ambas heredan su parte justa de
material celular viejo. Según explica Tolic Iva, investigador principal
del proyecto «cuando ambas células reciben sólo la mitad del material
dañado, ambas se vuelven más jóvenes que antes». Al menos en un sentido,
el microbio se rejuvenece un poco cada vez que se reproduce.
A diferencia de otras especies, S. pombe puede escapar al
envejecimiento, siempre y cuando se divida lo suficientemente rápido.
¿Pero qué ocurre cuando vive en malas condiciones? Para probarlo, los
investigadores expusieron la levadura al calor, la radiación ultravioleta y productos químicos perjudiciales,
lo que retrasó su crecimiento a un punto en el que los microbios no
podían dividirse lo suficientemente rápido para mantenerse jóvenes. Una
vez sometidas a estas influencias negativas, las células de levadura
comenzaron a dividirse en una más joven y otra más vieja, igual que
otras células. Mientras que las células más viejas finalmente murieron,
su descendencia sobrevivió el tiempo suficiente para reproducirse,
incluso en los entornos más hostiles.
«Es increíble ver que incluso esos organismos simples han
desarrollado estrategias tan potentes para sobrevivir», dice Thilo
Gross, de la Universidad de Bristol. Los resultados muestran a S. pombe
como un organismo interesante que podría servir como modelo para ahondar
en la lucha contra el envejecimiento en los seres humanos.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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