
Es uno de los lugares más importantes de la época Tardía de Egipto,
siendo la parte más antigua del templo realizada quizá por el faraón
Tutmosis III en la Dinastía XVIII, cronológica a la fundación de Napata,
llegando a su declive en la época de la Dinastía nubia XXV.
La estela se encuentra hoy en el Museo de Jartum, en Sudán pudiendo ser observado por toda persona.
Toda esta región es de muy difícil acceso y de tránsito casi imposible.
El desierto de Bayuda, zona de la montaña de Geber Barkal, está en
permanente búsqueda y exploración.
Fueron muchos los investigadores y arqueólogos que se han perdido en el
desierto, hasta inclusive han encontrado la muerte, como ha sucedido con
un grupo de funcionarios sudanos que perecieron en este lugar.
La estela mide 173 centímetros de alto, 97 de ancho y 15 de grosor. Es
de granito gris procedente de la tercera Catarata de Tombos.
Le falta una parte a la esquina inferior derecha y se encuentra algo desgastada. En su parte superior existe una ofrenda donde aparece Tutmosis III haciendo una libación a Amón, protegido por un gran disco solar alado por dos serpientes tras sus alas. Aquí se destacan las campañas del faraón en Asia y la glorificación del dios Amón protector de Tutmosis III. Se detalla una fecha, el año 47, 3 mes de la inundación, día 10 bajo la Majestad de Horus. Aproximadamente el 23 de agosto de 1457 a.c.
Le falta una parte a la esquina inferior derecha y se encuentra algo desgastada. En su parte superior existe una ofrenda donde aparece Tutmosis III haciendo una libación a Amón, protegido por un gran disco solar alado por dos serpientes tras sus alas. Aquí se destacan las campañas del faraón en Asia y la glorificación del dios Amón protector de Tutmosis III. Se detalla una fecha, el año 47, 3 mes de la inundación, día 10 bajo la Majestad de Horus. Aproximadamente el 23 de agosto de 1457 a.c.
Pero lo más destacado lo encontramos durante su campaña en Nubia, en las
líneas 33, 34, 35 y 36 del texto se describe la aparición de una
“estrella luminosa” que apareció en el campo de batalla, se detiene y
luego desaparece en el horizonte.
George Reissner publicó en 1933 este documento para la revista
egiptológica Zeitschrift fur Agyptischen Sprache und Altertumskunde , en
su edición número 69.
“(33) [faltan 16,85 centímetros] "Escuchad, ¡oh pueblo de la Tierra del
Sur!, que estáis [viviendo] en la Montaña Sagrada llamada "Trono de las
Dos Tierras" entre las gentes [¿de Egipto?] [aunque esta tierra] era
desconocida. Conoced el milagro de Amón Ra, en presencia de las Dos
Tierras. Algo que nunca ha sido visto. (34) [faltan 18 centímetros]
[...¿Los guardas?] estaban viniendo con el fin de hacer por la noche (el
cambio regular de) la guardia. Había dos guardias (sentados uno frente a
otro). Una estrella vino aproximándose desde el sur. El hecho nunca
había sucedido. [La estrella] se colocó sobre ellos y ninguno entre
ellos pudo permanecer (allí). (35) [faltan 19,75 centímetros] Se giró
como si nunca hubieran existido, y entonces ellos cayeron sobre su
sangre. Ahora [la estrella] estaba detrás de ellos (iluminando) con
fuego sus rostros; ningún hombre entre ellos pudo defenderse, ninguno
miró alrededor. Ellos no tenían más caballos ya que (éstos) atemorizados
habían huido a la montaña. (36) [faltan 20,75 centímetros] [Tal es el
milagro que Amón hizo por mí, su amado hijo] con el fin de hacer ver a
los habitantes de las tierras extranjeras el poder de Mi Majestad".
En este documento encontramos que Reissner sólo se limitó a describir
este evento extraordinario como “El Milagro de la Estrella”.
Para la egiptóloga Bárbara Cumming considera que “la naturaleza exacta
de este milagro es incierta. Por la descripción parecería haber sido un
meteorito…”.
Para otros como Serge Sauneron considera en el “Diccionario de la
civilización egipcia” que se trató del Cometa Halley, que pudo haber
sido visto en el año 1465 a.C. durante el reinado de Tutmosis III y
también en el 1457 a.C. fecha de encabezamiento de la estela. Otros
niegan rotundamente esto, como Dimitri Meeks quien considera por lo
repentino del fenómeno y el movimiento de la “estrella” se trataría de
un meteorito y no un cometa.
Por nuestra parte descartamos que haya sido un cometa o un meteorito.
¿Qué meteorito puede realizar movimientos determinados, se detiene sobre un grupo de personas y luego sigue su trayectoria?
Sin duda esta “estrella” tan bien descripta por el escriba poseía “movimientos inteligentes”.
En la línea 34 esta “estrella” se detiene permaneciendo inmóvil a poca
altura sobre el grupo de personas. ¿Qué meteorito o cometa o estrella
fugaz puede hacer esto? Imposible.
En la línea 35 esta “estrella” estaba tan cerca que iluminaba el rostro
de las personas, es decir siguió acercándose y en la línea 36 los
caballos atemorizados huyeron del lugar. “Algo” realmente había.
Por todo esto deducimos que lo observado por el faraón Tutmosis III en
Nubia fue la presencia de un fenómeno aéreo No Identificado, comúnmente
llamado hoy como OVNI, que realizó movimientos y detenciones de carácter
inteligente y que fue interpretado por el escriba como una “estrella”
glorificando al poderoso dios Amón.
Se descarta totalmente cualquier fenómeno astronómico natural.
La visión de Akhenatón
El período Amarna es una etapa de Egipto donde se desarrollaron muchos
cambios en distintos aspectos que acontecieron en la sociedad egipcia.
Amenophis IV, es decir “Amón está en plenitud” luego se convertiría en Akhenatón, “El que brilla por Atón”.
Fue quien convirtió o transformó la religión egipcia adorando al Disco
Solar y la energía que éste emanaba, provocando grandes y graves
diferencias entre los sumos sacerdotes y el pueblo en general por la
ruptura con el dios Amón.
Akenathón reinó algo más de 17 años (aproximadamente 1364-1347 a.c.) fue
acompañado por su bella esposa, la reina Nefertiti , que significa “La
Bella ha llegado” o “La más Bella de las Bellas” , y tuvieron 5 hijas
siendo una de ellas Ankhes-en-pa-Amón “La que vive por Amón”,
posteriormente Ankhes-en-pa-Atón “La que vive por Atón” la que se
casaría con el famoso Faraón Niño, Tutankamón, “Símbolo viviente de
Amón”, y posteriormente transformado durante este período en Tutankatón
“Símbolo viviente de Atón”.
Akhenatón fue quien fundó la ciudad de Akhetatón “El Horizonte de Atón” o
“La ciudad de la Luz” o “La ciudad del Sol”, ubicada en la mitad de
camino entre las famosas ciudades de Menfis al norte y Tebas al sur,
conocida también con el nombre árabe de Tell-el-Amarna , El Amarna o
Amarna, conduciendo a unos 50.000 egipcios a la nueva capital
transformada de un desierto a un oasis. Este Faraón es el autor de los
famosos Himnos, El Gran Himno a Atón y el Pequeño Himno a Atón.
Este es un período decisivo y enigmático dentro de la Historia grande egipcia.
Cuentan las estelas que el Faraón fue testigo de la aparición en el
cielo de un “gran disco” y que éste se posó en el desierto en el lugar
exacto donde posteriormente se erigiría la nueva capital egipcia.
Akhenatón interpretó esta visión como el lugar que el dios Atón quería
que se erigiera la nueva capital, fundando allí Akhetatón, trasladando a
miles de egipcios a ésta, cambiando la religión por el tiempo en que
reinó su mandato.
Akhetatón o “La ciudad o el horizonte del disco solar”, es representado
en el ideograma con el dibujo de un disco solar sobre las montañas.
¿Qué vio el faraón Amenophis IV o Akhenatón? , ¿La presencia de un
Objeto Volador No Identificado -OVNI- que se posa en pleno desierto de
Egipto?
Las estelas confirman que el faraón fue “testigo” de la aparición de un “gran disco” posándose en el
desierto.
¿Entonces?
Los propios papiros, documentos y estelas están allí, describiendo estos
extraños fenómenos que acontecieron en la época de los antiguos
faraones donde se detallan fenómenos aéreos que bien pueden
interpretarse como la presencia de objetos de características
inteligentes miles de años atrás, en una época donde los grandes
faraones reinaban uno de los países más poderosos de la Tierra.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente:
despiertaalfuturo
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