Impresionantes llamaradas solares en tiempo real |
Protección Civil de Extremadura acaba de publicar una serie de
recomendaciones o “buenas prácticas preventivas”, pioneras en nuestro
país, sobre qué es el riesgo natural por “tormenta solar severa” y cómo
podría prepararse cualquier persona en la Comunidad Autónoma de
Extremadura en caso de que alguna se produjese de forma inesperada y
llegase a afectar a las infraestructuras españolas.
Lo que dado el
agitado momento solar podría darse en un 1% de posibilidades según
señalan instancias europeas e internacionales.
Así el texto, titulado “Decálogo de buenas prácticas. Tormenta
solar severa: ¿cómo prevenir?”, elaborado por la Dirección General de
Justicia e Interior de la Junta de Extremadura y, como el propio texto
indica, se basa en las estimaciones de los principales informes en la
materia recogidas en el estudio del Observatorio del Clima Espacialdel que, en su versión más amplia, ya informó Nuevatribuna hace unos meses.
En el texto en si de Protección Civil de Extremadura comienza por definir de forma didáctica para los extremeños una tormenta solar como “una variación pronunciada del campo magnético terrestre debido a que porciones de la energía solar son transferidas a nuestra magnetosfera, habitualmente en conexión a grandes llamaradas solares que emiten materia en nuestra dirección”.
Puntualizándose a continuación con claridad: “La gran mayoría de las tormentas solares suelen ser algo común e inofensivo cuyo único efecto es ofrecernos imágenes de gran belleza en los cielos nórdicos (las famosas “auroras boreales”). En muy contadas ocasiones, sin embargo, pueden llegar a producir efectos de inducción electromagnética muy similares a un EMP (pulso electromagnético) que podrían llegar a dañar las redes e infraestructuras eléctricas, sistemas satelitales y de GPS. Pero nunca a las personas, por la protección que nos da la tierra”.
A partir de ahí el “Decálogo de buenas prácticas” formulado por Protección Civil de Extremadura plantea la cuestión como una “buena práctica preventiva” ante dicha posibilidad de un 1% en los próximos meses y se proceden a exponer los 10 aspectos esenciales sobre cómo deberían prevenirse las familias extremeñas y estar mejor preparados ante este tipo de eventualidades de baja probabilidad, en la línea de de las recientes recomendaciones en la materia del Parlamento Británico y de los nuevos planteamientos de autoprotección familiar dados por la Protección Civil de los EEUU, la FEMA, tras la nueva Directiva Presidencial 8 recientemente aprobada por Barack Obama.
En resumidas cuentas, sus diez puntos preventivos serían:
1.- Verificar con calma la situación que nos afecta.
2.- Plan familiar preestablecido.
3.- Preparar agua y medios de potabilización portátiles.
4.- Protección personal ante los elementos.
5.- Reserva de alimentos no perecederos para un mes.
6.- Botiquín familiar ampliado.
7.- Manual técnico en papel.
8.- Medios de higiene personal.
9.- Varios útiles de alto valor en emergencias.
10.- Chapas personales, dinero efectivo y documentación.
Quizás también le interese:
La Asociación española de Protección Civil para los Eventos Climáticos Severosdenunció
ayer viernes ante el Consejo de Seguridad Nuclear la ausencia de
protocolos específicos de emergencia ante un evento EMP por parte de las
instalaciones nucleares españolas, amparándose para ello en los cauces
legales previstos por las leyes 15/1980 y 33/2007 reguladoras de la
seguridad nuclear y radiológica en España.
En su texto desde la asociación
recuerdan que, la posibilidad de un EMP natural, de origen geomagnético
debido a un evento solar, ronda el 1% en los próximos 24 meses según los
expertos británicos y ello hace que sea un deber normal de seguridad
que desde las centrales nucleares españolas se planifique y se prevea un
tal escenario. Y recuerdan también que el riego de un EMP artificial de
alcance continental, causado por una detonación nuclear en atmósfera,
está cada vez más en auge entre los servicios de seguridad nacional de
una docena de paises europeos entre los que están, por ejemplo, Portugal, reino Unido, Alemania, Italia o Francia.
“La constación de la vulnerabilidad
potencial de las nucleares ante este tipo de eventos quedó de menifiesto
tras la tormenta geomagnética de1989, ahora únicamente se trataría de
una mera ampliación rutinaria a un escenario hipotético de previsión
más, dentro del actual contexto mundial de mejoras post Fukushima,
stress tests y todo lo demás”, señalan, “es el momento de abordar de
frente esta cuestión”.
Junto a todo ello han remitido sendos
informes de 300 páginas en los que se recogen los resultados de las
investigaciones llevadas a cabo en los Estados Unidos de América y
presentadas ante su Comisión Reguladora Nuclear de aquel país a raíz de
los incidentes en la nuclear de Salem, y en otras 11 centrales más, tras
la tormenta geomagnética de Quebec en 1989.
Central Nuclear |
Estas serían, en particular, las 10 medidas concretas que solicitan de CSN y que incrementarían la seguridad nuclear para caso de evento EMP:
1- Dotación rutinaria de reservas diesel para 2 meses.
Que se dote a las centrales nucleares de
suficientes reservas diesel para dos meses directamente disponibles en
las inmediaciones, de modo que se permita mantener la refrigeración
auxiliar por generadores.
Ésta es la actual línea de trabajo en el
Comisión de Regulación Nuclear de los EEUU y su coste estimado sería
comparativamente muy pequeño, apenas 250.000 euros por central.
2- Protección rutinaria faraday.
Que se dote, adicionalmente, de
protección faraday dichos generadores auxiliares, así como las bombas de
los depósitos de las reservas diesel y el entero sistema de apagado y
transformadores conexos, en especial para el caso específico de un EMP
de origen artificial.
3- Duplicidad rutinaria de dichos sistemas auxiliares.
Que tales sistemas auxiliares
potenciados sean también duplicados, dos generadores de emergencia uno
primario y otro secundario, para cualquier eventualidad, así como dos
sistemas de bombeo de los depósitos de reserva del diesel.
4- Puesta en marcha rutinaria de, al menos, una línea de comunicación protegida para EMP por central.
Que se dote a cada central nuclear de
una línea de comunicación de seguridad específicamente protegida para
EMP y que la conecte con el nuevo centro de emergencias centralizado.
5- Dotación rutinaria de suficientes recursos autónomos para permanencia de personal crítico.
Dotar, adicionalmente, las centrales con
recursos que permitan la permanencia autónoma en las instalaciones del
personal crítico durante esos 2 meses.
6- Preparación rutinaria de protocolos específicos para la atención a las familias del personal crítico.
Que se desarrollen protocolos
específicos para las familias de ese personal crítico cuyo deber sería
permanecer en las instalaciones hasta operar su completo apagado,
refrigerado y puesta fuera de servicio.
7- Creación rutinaria de una GDTF técnica española.
Que se cree una unidad técnica de
intervención rápida debidamente especializada y equipada al estilo de la
“Geomagnetic Disturbance Task Force” de los EEUU, emulada también por
Francia para la rápida asistencia de cualquier central nuclearque
precise asistencia adicional.
8- Protocolo automático de aseguramiento de accesos a instalaciones.
Que se incorpore un protocolo de rápido
reforzamiento y aseguramiento de las instalaciones y todos sus accesos
por parte de la UME u otro cuerpo de seguridad adecuado en caso de
interrupción de las comunicaciones por EMP.
9- Revisión rutinaria de protocolos y equipaciones locales en 70 km de radio.
Que se revisen los protocolos de las
localidades ubicadas hasta los 70 km de las centrales nucleares, no sólo
a los 30 km tradicionales, incorporando indicaciones claras para las
autoridades locales en caso de emergencia nuclear por EMP natural o
artificial. Que se dote dichas localidades de una cantidad adecuada de
suministros como pastillas antirradiación directamente disponibles,
lugares adecuados para refugio en el lugar.
10- Previsión del escenario limitado centro-europeo, pero de posible incidencia radiológica peninsular.
Que se revisen rutinariamente los
protocolos nacionales para un caso de EMP que, incluso no afectando
directamente a España, afectase a alguno, o varios, de los 56 reactores
nucleares civiles franceses o de otras instalaciones militares.
Que el análisis y la reflexión sobre un
tal escenario hipotético, inicialmente sólo centro-europeo, sea
incorporado en cuanto a sus consecuencias radiológicas indirectas sobre
la península con particular atención a la coordinación de medios en el
ámbito autonómico del norte peninsular: Cataluña, Aragón, Navarra, País
Vasco, Cantabria, Asturias, Galicia, norte de Castilla y León y norte de
Valencia.
Última llamarada solar:
Un poderoso destello en la superficie del Sol, agitada por su
periódica temporada de tormentas, envió oleadas de plasma y partículas
cargadas que alcanzarán la Tierra, informó hoy el Centro de
Predicciones Climatológicas Espaciales (SWPC, por su sigla en inglés).
El SWPC, operado por el Servicio Meteorológico Nacional, indicó
que el destello, de clase X1.1, las más poderosas de las erupciones
solares, ocurrió a las 04.13 GMT del lunes.
Se espera que la onda expansiva de plasma y partículas solares
alcancen la Tierra en dos o tres días y que, posiblemente, incremente
las auroras boreales.
Las erupciones solares que afectan al campo magnético de la Tierra y
cuyas ondas han obligado a desplazar algunos aviones comerciales cuya
ruta sobrevolaba los polos, seguirán intensificándose, según los
expertos.
El Sol pasa por ciclos regulares de actividad y cada 11 años
aproximadamente la actividad se intensifica y ocurren tormentas que a
veces deforman e incluso atraviesan el campo magnético de la Tierra.
Los expertos han indicado que la actual temporada de tormentas es la
más intensa registrada desde septiembre de 2005 y, lo mismo que
provocan efectos visuales únicos como las auroras boreales, también
afectan a las comunicaciones y por tanto a los aviones.
Esto implica además a las redes de transmisión de electricidad, las
comunicaciones radiales y los sistemas de satélites, aunque la NASA ha
asegurado que los astronautas de la Estación Espacial Internacional
(EEI) no corren peligro.
En enero los científicos detectaron dos destellos en el curso de
cuatro días seguidos por ondas expansivas de miles de millones de
toneladas de plasma desplazándose a unos 8 millones de kilómetros por
hora.
La onda causada por el segundo de los dos destellos alcanzó la
Tierra unas 34 horas después del destello, en lugar de los dos o más
días que habitualmente demora ese desplazamiento.
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