El estudio más detallado sobre el movimiento de las estrellas en nuestra galaxia no encuentra la misteriosa e invisible sustancia que se supone forma el Universo
El estudio más detallado jamás llevado a cabo sobre el movimiento de estrellas dentro de la Vía Láctea, nuestra galaxia, ha sido incapaz de encontrar evidencia alguna de materia oscura en un amplio volumen de espacio alrededor del Sol. Según las teorías más aceptadas, los alrededores del Sol deberían estar llenos de materia oscura, una misteriosa e invisible sustancia que sólo puede ser detectada por la gravedad que ejerce sobre los objetos circundantes.
Sin embargo, el trabajo realizado por un grupo de astrónomos en Chile ha demostrado que dichas teorías no se corresponden con lo observado. Lo cual, de paso, deja muy pocas esperanzas a los varios experimentos que actualmente intentan detectar partículas de materia oscura aquí, en la Tierra.
Utilizando el telescopio MPG/ESO del observatorio de La Silla, los astrónomos compilaron un mapa que recoje al detalle los movimientos de más de 400 estrellas distribuidas en un área de unos 13.000 años luz alrededor del Sol. Con los datos obtenidos, calcularon la cantidad de masa que existe alrededor del Sol en un volumen de espacio que multiplica por cuatro al de experimentos anteriores.
"La cantidad de masa que encontramos - explica Christian Moni Bidin, del Departamento de Astronomía de la Universidad de Concepción, en Chile - se ajusta muy bien con lo que vemos (estrellas, polvo y gas), en la región estudiada alrededor del Sol. Pero no deja espacio para el material extra (la materia oscura) que esperábamos encontrar. Nuestros cálculos indican que debería de haberse detectado con claridad en nuestras medidas. Pero, sencillamente, no está allí".
La materia oscura debe su nombre al hecho de que no tenemos forma de detectarla directamente, pero sí que podemos inferir su presencia gracias al "tirón gravitatorio" que ejerce sobre cuanto la rodea. Este "ingrediente extra" en la receta del Universo ha resultado de gran utilidad a la hora de explicar por qué las zonas externas de las galaxias, incluyendo nuestra Vía Láctea, rotan con tanta rapidez. Y también forma parte, como componente esencial, de las teorías que intentan explicar cómo se formaron y cómo evolucionan las galaxias.
No solo eso, sino que en la actualidad se estima que la materia y la energía oscuras dan cuenta de un 83% de la masa total del Universo, dejando un exiguo 17% para la "materia normal". Sin embargo, todos los intentos realizados hasta el momento para detectar materia oscura en los mejores laboratorios de la Tierra se han visto, ineludiblemente, abocados al fracaso.
Para el presente trabajo, los investigadores midieron cuidadosamente hasta el mínimo movimiento de más de 400 estrellas, en particular los de aquellas que se sitúan fuera del plano galáctico de la Vía Láctea. Algún movimiento no explicado por la atracción de otras estrellas u objetos que podemos ver sería una pista reveladora de la presencia de materia oscura. Sin embargo, no fue posible detectar movimiento alguno que no estuviera provocado por los objetos "normales" de alrededor de las estrellas estudiadas.
Según los modelos actuales sobre la formación y rotación de galaxias, la Vía Láctea, nuestro hogar en el Universo, debería estar rodeada por un denso halo de materia oscura. No es posible adivinar la forma de ese misterioso halo, pero su existencia implica también que debería de haber una cantidad significativa de materia oscura alrededor del Sol. Sólo una forma muy extraña e improbable de ese halo (como por ejemplo un filamento muy alargado), podría explicar la total ausencia de materia oscura que revela este nuevo estudio.
Los resultados también implican que los diversos intentos que se están realizando actualmente para detectar partículas de materia oscura en la Tierra (a base de intentar captar las raras interacciones que deberían producirse entre esas partícula oscuras y la materia corriente), están destinadas a un más que probable fracaso.
Pese a todo, Christian Moni Bidin intenta dejar una puerta abierta a la esperanza: "A pesar de nuestros resultados -afirma- es indiscutible que la Vía Láctea gira con una rapidez mucho mayor de la que permite solo la materia visible. Por eso, si la materia oscura no está presente donde nosotros esperábamos, será necesario encontrar una nueva solución al problema de la masa perdida (esa que no podemos ver pero que está influyendo en el movimiento de nuestra galaxia). Nuestros resultados contradicen los modelos actuales más aceptados, y el misterio de la materia oscura se ha vuelto incluso un poco más misterioso. Por eso, futuras mediciones, como la misión Gaia, de la ESA, serán cruciales para poder avanzar más allá de este punto".
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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