Investigadores
británicos crearon unos mosquitos genéticamente alterados, que
transmiten a sus descendientes un gen que les mata antes de que éstos
alcancen la edad reproductiva. Recientemente se informó que el
experimento, en el que estos insectos fueron puestos en campo abierto,
ha tenido éxito.
Estos resultados podrían
significar el inicio de una nueva era en el control de las enfermedades
parasitarias en la agricultura, así como de las enfermedades que se
transmiten a través de insectos, como por ejemplo: el dengue y la
malaria, con la ayuda de la modificación genética. Sin embargo, algunos
expertos recelan y creen que los organismos alterados con métodos de
ingeniería genética pueden representar un peligro para la salud humana y
para el medioambiente.
Los insectos liberados
no podrán ser retirados.
Dudas
En particular, los críticos indican que la compañía biotecnológica
británica Oxitec, que desarrolló los mosquitos para combatir el dengue,
realizó ensayos de campo sin un estudio previo suficiente y sin hacer
consultas públicas, en algunos casos, en los países que no disponen de
mecanismos adecuados de regulación, indica el periódico estadounidense
'The New York Times'.
El primer ensayo, que
alarmó a la sociedad científica tuvo lugar en las islas Caimán, en el
Caribe, en 2009. Luego la compañía liberó mosquitos modificados en
Malasia y Brasil. La empresa explica que había desarrollado las
tecnologías utilizadas durante décadas para la lucha contra los
insectos: los insectos estériles se ponen en libertad, se aparean con
otros y no tiene vástagos. Sin embargo, con los mosquitos esta
tecnología no funcionó bien, porque la radiación que se usa para
hacerles estériles también les lesiona y estos mosquitos no pueden
competir con los machos sanos en la naturaleza.
El método
Oxitec creó mosquitos de la especie Aedes aegypti, el mayor transmisor
del dengue y de la fiebre amarilla, a los que incorporó un gen que mata a
mosquitos si estos no están tratados por el antibacteriano
tetraciclina. Estos mosquitos se criaron en el laboratorio y luego se
pusieron en la naturaleza donde no había tetraciclina, sus vástagos
murieron antes de alcanzar la edad adulta.
En el informe,
publicado este domingo, se indica que 19.000 mosquitos modificados
fueron puestos en libertad en la isla de Gran Caimán, lo que constituyó
el 16% de todos mosquitos machos en la zona de prueba, y luego el gen
mortífero fue encontrado en el 10% de las larvas, un índice que permite
suprimir la población. Otro experimento, todavía no publicado, permitió
reducir la población de mosquitos en un 80% en tres meses.
Los autores de la tecnología indican que ésta no representa ningún
peligro, porque solo los machos son los que están modificados, mientras
que las hembras son las que pican. Sin embargo, otros expertos no son
tan optimistas.
Según los resultados de
ensayos de laboratorio, el 3,5% de los mosquitos genéticamente
modificados sobreviven a pesar del gen letal. A pesar de la selección de
los machos hecha por los científicos, se encuentra también cierto
porcentaje de hembras, lo que puede conllevar al incremento de la
enfermedad.
Actualmente los expertos convocados por la Organización Mundial de la
Salud están preparando las indicaciones para la realización de ensayos
de campo con insectos genéticamente modificados. Se espera que estas
tecnologías no encuentren la misma oposición que los cultivos alterados
con métodos de bioingeniería.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: sabiens
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