Se llamaba August
Landmesser y en 1936, en pleno auge del nazismo, este hombre decidió
negar el saludo nazi. ¿Por qué? Detrás hay una conmovedora historia que
hoy vuelve a la retina gracias a que el blog Senrimonchi -creado para
facilitar las tareas de socorro tras el terremoto de Japón en marzo de 2011- ha recuperado la imagen de Landmesser y ha dado la vuelta al mundo.
Durante la botadura de un buque de la marina alemana, una multitud de personas se congregó en Hamburgo. Mientras
todos levantaban su brazo para hacer el saludo nazi, uno de ellos se
quedó con sus brazos cruzados.
Sin embargo, no fue hasta el año 1991 cuando una de sus hijas identificó
a este hombre como August Landmesser, un trabajador del astillero de
Hamburgo.
Esta semana la imagen ha dado la vuelta en Internet, con más de 26.000 entradas, después de que un blog la recuperara.
Landmesser tenía detrás una conmovedora y desgarradora historia para no realizar el saludo. Aunque fue del Partido Nazi desde 1931 y hasta 1935, fue expulsado por haberse casado con una mujer judía, Irma Eckler.
Con ella tuvo dos hijas
y fue por ello por lo que le metieron en la cárcel por "deshonrar a la
raza". De Irma, se cree que fue detenida por la Gestapo y metida en la
prisión de Hamburgo y sus hijas (Ingrid e Irene) separadas.
A Ingrid se le permitió vivir con su abuela materna, mientras que Irene
fue llevada a un orfanato y más tarde adoptada por una familia.
Una vez que Landmesser salió de prisión en 1941 fue enviado a la guerra,
aunque pronto se le declaró como desaparecido en combate y se le dio
por muerto, tal y como publica 'The Washington Post'.
En 1996 una de sus
hijas, Irene, escribió la historia de su familia con el fin de contar al
mundo la desgarradora historia de su padre y su madre y de cómo fueron
separados por el régimen nazi. La suerte ha querido que gracias a
Internet su historia se haya recuperado de nuevo hoy.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: sabiens
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