Primero definiremos que es una Fractura Hidráulica o Fracking.
La fractura hidráulica
(comúnmente conocida en inglés como hydraulic fracturing o fracking) es
una técnica para posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo
del subsuelo.
El procedimiento
consiste en la inyección a presión de algún material en el terreno, con
el objetivo de ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso
que encierra el gas o el petróleo, y favoreciendo así su salida hacia el
exterior. Habitualmente el material inyectado es agua con arena y
productos químicos, aunque ocasionalmente se pueden emplear espumas o
gases.
Se estima que esta
técnica está presente en aproximadamente en el 60% de los pozos de
extracción actualmente en uso. Debido al aumento del precio de los
combustibles fósiles, que ha hecho económicamente rentables estos
métodos, se está popularizando su empleo en estos últimos años,
especialmente en los EE. UU.
Existe una gran
controversia sobre el peligro medioambiental derivado de esta técnica,
pues además de un enorme consumo de agua, es habitual que junto con la
arena se incluyan multitud de compuestos químicos, cuya finalidad es
favorecer la fisuración o incluso la disolución de la roca, y que
podrían contaminar tanto el terreno como los acuíferos subterráneos.
A este respecto, la NGSA
(asociación norteamericana de suministradores de gas natural) afirma
que no se ha confirmado ningún caso de contaminación de acuíferos hasta
la fecha.
Historia.
Las inyecciones en el
subsuelo para favorecer la extracción de petróleo se remontan hasta
1860, en la costa este norteamericana, empleando por aquel entonces
nitroglicerina. En 1930 se empezaron a utilizar ácidos en lugar de
materiales explosivos, pero es en 1947 cuando se estudia por primera vez
la posibilidad de utilizar agua. Este método empezó a aplicarse
industrialmente en 1949 por la empresa Stanolind Oil.
Junto con el agua se
incluye una cierta cantidad de arena para evitar que las fracturas se
cierren al detenerse el bombeo, y también se añade en torno a un 1% de
aditivos,3 compuestos por hasta 500 productos químicos,cuya función es
potenciar la efectividad de la fractura.
En EE. UU. se estima que
la generalización de este método ha aumentado las reservas probadas de
gas cerca de un 40% en cuatro años.3
Hasta 2010, se calcula que se han realizado 2,5 millones de fracturas hidráulicas en todo el mundo.
En Europa no existe una
regulación específica sobre la técnica del fracking. Un informe del
Parlamento Europeo recomienda su regulación y que se hagan públicos los
componentes que se emplean en los pozos de perforación. El parlamento
búlgaro prohibió su uso a principios de 2012.
En España el Ministerios
de Industria y comunidades autónomas como el Pais Vasco o Castilla y
León están concediendo permisos de investigación, pese a la
disconformidad de diversas organizaciones.
Repercusiones en el medio ambiente.
Las principales
repercusiones posibles son la emisión a la atmósfera de contaminantes,
la contaminación de aguas subterráneas debido a los flujos incontrolados
de gas o fluidos causados por erupciones o derrames, la fuga de fluidos
de fracturación y el vertido incontrolado de aguas residuales. Los
fluidos de fracturación contienen sustancias peligrosas y su reflujo
contiene además metales pesados y materiales radiactivos procedentes del
depósito.
Las experiencias
obtenidas en los Estados Unidos muestran que se producen numerosos
accidentes que pueden dañar el medio ambiente y la salud humana. Entre
un 1 y un 2 % de los permisos de perforación violan las obligaciones
legales. Muchos de estos accidentes se deben a una manipulación
incorrecta del equipo o a fugas de este. Por otra parte, cerca de los
pozos de gas se ha registrado contaminación de aguas subterráneas con
metano, que en casos extremos pueden provocar la explosión de edificios
residenciales, así como con cloruro de potasio, que provoca la
salinización del agua potable.
Otra repercusión
inevitable de la extracción de gas de esquisto es un alto índice de
ocupación de tierra debido a las plataformas de perforación, las zonas
de aparcamiento y maniobra para camiones, equipos, instalaciones de
procesamiento y transporte de gas, así como las carreteras de acceso.
la noticia de hoy es que
la mano del hombre, a través de la explotación de la capa freática,
contribuyó a que se desencadenara el devastador seísmo que asoló la
localidad murciana de Lorca en mayo del pasado año, y también en la
magnitud del terremoto.
Al menos así lo recoge
un estudio publicado en «Nature Geoscience» en el que un equipo de
científicos liderado por el español Pablo González, del departamento de
Ciencias de la Tierra de la Universidad de Ontario Occidental (Canadá),
analizó por satélite la deformación del terreno causada por el temblor y
recrear en una simulación el movimiento de la falla.
Los expertos concluyen
que la pérdida de agua por la progresiva extracción subterránea para el
suministro doméstico perturbó la corteza terrestre de la falla. Esto,
afirman, fue suficiente para provocar una fractura en la roca, lo que a
su vez indujo el terremoto, que tuvo una magnitud de 5,1 grados y causó
también más de 300 heridos y graves destrozos en el pueblo murciano.
Los expertos comprobaron
que la pauta del movimiento de la falla guarda correlación con los
cambios en la corteza terrestre causados por un descenso de 250 metros
del nivel de agua natural subterránea por las extracciones desde los
años 60.
Esta correlación,
sostienen, implica que los cambios en el terreno inducidos por la acción
humana «contribuyeron a causar el terremoto de Lorca y también
influyeron en el alcance de la ruptura de la falla», lo que determinó la
magnitud del seísmo ocurrido el 11 de mayo.
Una explicación plausible
«Concluimos que los
datos presentados y los resultados del modelo son consistentes con un
proceso de descarga de agua subterránea de la corteza, lo que
proporciona una explicación plausible para la pauta de movimiento
observada en la falla», escriben los científicos, según recoge Efe. Esto
confirma que «las actividades antropogénicas pueden influir en cómo y
cuándo ocurren los terremotos», aseveran.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: sabiens
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