Durante la madrugada podrán observarse hasta 25 meteoros por hora dejados por el cometa Halley, si la lluvia no estropea el espectáculo
NASA
Una lástima las previsiones meteorológicas para este fin de semana, porque las Oriónidas, una de las tormentas de estrellas más bonitas del año, caen en la madrugada del sábado al domingo,
y las condiciones para su observación, si no fuera por las nubes y la
lluvia, prometían ser realmente buenas. La Luna, muy tenue, favorecerá
el espectáculo celeste, en cuyo pico máximo se esperan hasta 25 meteoros por hora, según informa la Sociedad de Observadores de Meteoros y Cometas de España (Somyce).
El origen de esta lluvia de meteoros, no tan intensa como las Perseidas de agosto pero sí muy hermosa, se encuentra en el cometa Halley.
Cada año, a mediados y finales de octubre, la Tierra pasa a través de
la corriente de desechos polvorientos que deja el cometa. Debido a que
la racha de estos meteoros parece salir de la constelación de Orión, los
astrónomos los llaman Oriónidas.
La razón de que resulte tan hermosa es que la lluvia está
enmarcada por algunas de las estrellas y planetas más brillantes del
cielo. Constelaciones como Tauro, Géminis y Orión proporcionan un brillante telón de fondo. Además, según informa la NASA, este año Venus y Júpiter se han movido a la posición de Sirio,
la Estrella Perro, para formar un triángulo luminoso en el cielo del
Este antes del amanecer. En la madrugada del domingo 21 de octubre, los
pedazos ardientes del cometa Halley cortarán justo a través del corazón
de esta tríada celestial.
Por todo el cielo
Para ver el show nocturno, Bill Cooke, responsable de la
oficina ambiental de meteoroides de la NASA, sugiere salir durante la
madrugada cuando el cielo está oscuro y la constelación de Orión se
sitúa en lo alto. Solo hace falta recostarse sobre una manta con una
visión amplia de los cielos en algún lugar alejado de las luces de las
ciudades. Ni prismáticos ni telescopios. Aunque las Oriónidas salen de
un área pequeña cerca de Orión, parecen rociarse por todo el cielo. Hay que estar atentos y tener buen ojo, porque los meteoros viajan a más de 200.000 km por hora. Solo las Leónidas de noviembre son más rápidas.
Los meteoros rápidos tienen una tendencia a estallar. En ocasiones, las bolas de fuego de las Oriónidas dejan flujos incandescentes de escombros
a su paso que permanecen durante unos minutos. Estos filamentos pueden
ser incluso más bonitos que los propios meteoros. Disfrute del regalo de
los cielos si tiene la fortuna de estar en un lugar despejado.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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