Algunos estudiosos bíblicos e investigadores ven al próximo Papa como el
Falso Profeta que aparece en Apocalipsis. Pero en mi opinión personal,
este Papa nuevo que entra ahora, Pedro el Romano, no es el Falso Profeta
del Apocalipsis, sino que es el predecesor y preparador del Falso
Profeta, el cual será el siguiente Papa, primero y último, de una Era
Nueva y breve, y negra, durante la cual tendrá su trono y residencia en
la ciudad de Jerusalén.
Porque en las profecías católicas se vaticina la muerte del Papa, no en
el Lago de Fuego tras la llegada de Jesucristo a la Tierra, sino
asesinado en medio de una devastación y hecatombe. Recordemos el texto
del Tercer Secreto de Fátima:
"Vimos a un Obispo vestido de Blanco 'hemos tenido el presentimiento de
que fuera el Santo Padre'. También a otros Obispos, sacerdotes,
religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había
una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la
corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran
ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante,
apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres
que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de
rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados
que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo
modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y
religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas
clases y posiciones".
El Tercer Secreto de Fátima fué revelado el 13 de julio de 1917 a los
tres pastorcillos en la Cueva de Iria-Fátima y transcrito por Sor Lucía
el 3 de enero de 1944. Fue hecho público por el Secretario de Estado,
Cardenal Angelo Sodano, el 13 de mayo del 2000.
De igual modo, otros visionarios católicos, como el Papa Pío X, describieron su visión profética:
"He tenido una visión terrible: no sé si seré yo o uno de mis sucesores,
pero vi a un Papa huyendo de Roma entre los cadáveres de sus hermanos.
Él se refugiará incógnito en alguna parte y después de breve tiempo
morirá una muerte cruel".
Abundan más profecías en el mismo sentido. Por ejemplo, según las
palabras de la Beata Ana María Taigi: "La religión será perseguida y los
sacerdotes masacrados. El Santo Padre se verá obligado a salir de
Roma".Y según los vaticinios de Garabandal: "El Papa no podrá estar más
en Roma, se le perseguirá y tendrá que esconderse". Etc...
Así pues, lo que vivirá Pedro el Romano no será el tiempo de la Gran
Tribulación que se hará contra los cristianos en el Tiempo Final, ni
será arrojado a la Gehenna (el lago de fuego) en ese momento, sino que
este Papa vivirá el ajuste de cuentas contra el Vaticano, el Fín y la
Caída de la Iglesia Católica, y la persecución contra la Curia Vaticana,
profetizada en Apocalipsis cap 18.
Complementariamente, Apocalipsis cap. 18 describe el Fín y la Caída de
El Vaticano, Babilonia la Grande, y en este desenlace de destrucción
final para la Iglesia Católica, conciden ambas líneas proféticas.
Después de este periodo, un periodo negro que viene para el Catolicismo,
llegará el siguiente "Papa", el "Falso Profeta", de una religión
universal y satánica, que estará instalado y oficiará desde la ciudad de
Jerusalén. Entonces, en aquél venidero tiempo, sí habrá llegado el
tiempo final.
Pero repito que aquí y ahora, con el inminente Pedro Romano, éste no es
el "Falso Profeta" del Apocalipsis, no habrá lago de fuego ahora, y no
asistimos ahora a la Gran Tribulación final.
Todo eso ocurrirá en el último tiempo final contra los cristianos,
durante el reino de la bestia, un periodo negro en el que reinarán la
bestia o Falso Mesías, el Falso Profeta, y Satanás.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente:
despiertaalfuturo
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