La roca realizará entonces su máximo acercamiento al Sol; si no se desintegra, puede convertirse en un asombroso espectáculo celeste
J.C. Casado /IAC
El cometa Ison realizará el próximo jueves, 28 de noviembre, su máximo acercamiento al Sol.
Será entonces cuando sepamos si el cometa se convertirá, en efecto, en
uno de los más espectaculares de la historia o, por el contrario, se
chafarán todas las expectativas. La acción de la gravedad solar, las
altas temperaturas a las que se verá sometido y la intensa radiación del
Astro Rey pueden desintegrarlo, informan desde el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).
Ison fue
descubierto el 21 de septiembre de 2012 por Vitali Nevski y Artyom
Novichonok, dos astrónomos rusos del proyecto Red Óptica Científica
Internacional. En el momento de su descubrimiento, el cometa se
encontraba a 6.29 Unidades Astronómicas del Sol (aproximadamente 943
millones de kilómetros, entre las órbitas de Júpiter y Saturno). Ison
tuvo un estallido de actividad el pasado 13 de noviembre y su brillo
creció un factor 15 en 3 días. Ha podido ser observado a simple vista justo al amanecer en dirección sureste, muy cerca del planeta Mercurio.
Pero el día clave será el próximo jueves 28 de
noviembre, a las 19.25 hora peninsular española, cuando Ison alcanzará
su perihelio (máximo acercamiento al Sol). Pasará a tan solo 0.012 UA
(1.800.000 km) del centro solar, a una velocidad de 1,4 millones de km
por hora. Se enfrentará a la gravedad, altas temperaturas e intensa
radiación del Astro Rey, que pueden poner fin a su vida desintegrándolo
como un azucarillo.
JC. Casado /IAC
«Si sobrevive al calor solar Ison puede convertirse en un gran cometa que sería visible a simple vista
a partir de la primera semana de diciembre en dirección este y momentos
antes de la salida del Sol», explica Serra-Ricart, astrónomo del IAC.
Otra fecha importante será el 26 de diciembre, cuando el cometa, si sobrevive, pase a la mínima distancia de la Tierra
(perigeo). «No existe ningún peligro para nuestro planeta asociado al
paso de Ison. Al contrario, puede convertirse en un bonito espectáculo
celeste en diciembre», comenta el investigador.
El diámetro del cometa es de 10km y se cree que es
nuevo. De tipo «sungrazing» (se denomina así a los que pasan muy cerca
del Sol), ha sido seguido por los Observatorios de Canarias desde hace
más de un año. Si sobrevive a su encuentro con el Sol, los astrónomos
seguirán estudiándolo. «Para entonces, el cometa habrá perdido
completamente la capa de polvo que le ha protegido durante su vida y nos
permitirá obtener información sobre el material que ha permanecido
resguardado bajo la misma, el más primitivo y menos modificado desde que
el cometa se formó en las primeras épocas del Sistema Solar», señala
Javier Licandro, astrónomo del IAC.
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