El planeta Tierra esconde los más antiguos secretos entre sus mares y sus montañas y aún le queda mucho a la humanidad por descubrir. Sin embargo hay algunos mitos que ya han sido desmentidos aunque las respuestas a sus preguntas no han sido contestadas. este es el caso del continente perdido Lemuria.
Los secretos de la Tierra
El planeta Tierra ha visto tantas civilizaciones nacer, crecer, dominar y caer que entre sus restos alberga los más preciosos tesoros. Existe un mundo de exploración aún para aquellos que disfrutan de la arqueología y los misterios ocultos.Hace poco escribimos sobre un nuevo descubrimiento de una pirámide milenaria escondida bajo una montaña en Bosnia y también sobre los misterios sin resolver de la Atlántida, pero estos son solo algunos casos de los misterios que se guardan en el interior de nuestro planeta.
Continentes perdidos: Lemuria
Lemuria es un continente perdido propuesto por Philip Lutley Sclater en el siglo XIX, más precisamente en 1864. Se ubicaba en el Océano Índico y conectaba y comprendía tierras actuales como las de Sudáfrica, Madagascar, Sri Lanka (Ceilán), Sumatra, Australia, Nueva Zelanda y alguna parte del Océano Pacífico.Philip Lutley Sclater era un geólogo inglés que se dedicó a explorar e intentar entender estos extraños mundos como eran África, Asia y Oceanía. En uno de sus trabajos postuló que debía existir un continente que conectase las tierras de Sudáfrica y las de la India ya que la presencia de lemures en ambos continentes era algo imposible.
Está claro que el nombre Lemuria fue propuesto ya que la principal hipótesis nace de la explicación de como estos pequeños mamíferos están presentes en los dos continentes.
El continente perdido desmentido
Después de que la ciencia siguió avanzando y los estudios geológicos consiguieron nuevos logros la teoría sobre la existencia de Lemuria fue desmentida. La explicación de la imposibilidad de este continente perdido se explicó mediante la teoría de las placas tectónicas.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ojocientifico
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