La tribu desaparecida en el siglo XIX podría haber pervivido
Los dos millones de hectáreas del Parque Nacional Madidi en el oriente
boliviano, conservan el enigma sobre la existencia de la tribu de los
Toromonas.
En un mundo como el actual donde el hombre transita con normalidad entre palabras como iphone, red social, crisis económica, jetlag y demás términos cotidianos de la posmodernidad, parece imposible pensar en la posibilidad de que alguien haya podido escapar a la red envolvente de ese fenómeno llamado globalización.
En un mundo como el actual donde el hombre transita con normalidad entre palabras como iphone, red social, crisis económica, jetlag y demás términos cotidianos de la posmodernidad, parece imposible pensar en la posibilidad de que alguien haya podido escapar a la red envolvente de ese fenómeno llamado globalización.
Aún
quedan pequeños oasis en el globo donde no llegan los tentáculos de los
satélites. Zonas perdidas en la Antártida, la inmensidad de los
desiertos africanos o la Selva amazónica. Agujeros negros geográficos
aún sin cartografiar. Lugares plagados de leyendas, destinados a hacer
brillar las pupilas aventureros de otra época. Uno de esos lugares es el
Parque Madidi y el enigma que guardan sus impenetrables entrañas.
El parque Madidi
El Madidi es una enorme extensión de selva virgen situada en la región
del Beni en el Oriente Boliviano y declarado parque natural desde 1995.
Cerca de dos millones de hectáreas que se extienden como un inmenso
manto esmeralda al pie de los Andes.Un completo ecosistema amazónico, en
el que conviven una fauna y flora exuberantes, comunidades indígenas
que prosperan gracias al ecoturismo e intereses estatales de prospección
de petróleo que amenazan de forma velada su supervivencia. En principio
el escenario habitual de muchos parques naturales del mundo. Sin
embargo tan sólo menos de la mitad del parque es accesible al turismo.
La mayoría de su superficie permanece aún inexplorada.
Son incontables los testimonios que salpican al Madidi sobre la
existencia de tribus sin contactar en su parte más septentrional, entre
las cabeceras de los ríos Heath y Colorado, casi en la frontera del
Perú.
Entre los Tacana, la etnia predominante en las proximidades del Madidi
son habituales las historias acerca de cabezas cortadas y clavadas en
estacas de abuelos o bisabuelos que se internaron demasiado hacia Norte,
de tambores fantasmales que interrumpen el silencio espectral de la
selva y de ritos chamánicos en bocas de los atemorizados guardabosques.
Estas historias no pertenecen tan sólo a leyendas o supersticiones
contadas al calor de una hoguera. La Comunidad Científica Internacional
parece tener indicios sobre la pervivencia en el Madidi de Los Toromona,
el último grupo indígena sin contactar de Bolivia.
Bahuaja Sonene, tesoro natural en la selva peruana Estados Unidos no
quiere más diques Tribus aisladas de la civilización en la Amazonía El
misterio de los Toromona
Los Toromona fueron una tribu misteriosamente desaparecida durante la
guerra del caucho del siglos XIX y que según la leyenda fue una gran
aliada de los incas a los que ayudaron a desaparecer junto con sus
tesoros en las selvas del gran Moxos tras la toma del imperio por parte
de los españoles. Creando en el imaginario de los conquistadores la
existencia del reino de Paititi plagado de oro, tras cuyo rastro
fantasmal se perdieron muchos españoles en la selva.
La explotación del caucho y los intentos de evangelizarlos por parte de
las congregaciones religiosas hicieron desaparecer a los toromonas
aceptándose oficialmente su extinción. Sin embargo otras tesis señalan
que emprendieron éxodo hacia las profundidades de la selva buscando una
arcadia donde poder preservar sus modos de vida.
Lars Hafsjold, el explorador perdido
Muchos han intentado desde entonces encontrar su paradero atrapados por
el fulgor de lo desconocido, el caso más célebre es el de Lars
Hafskjold, un ingeniero agrónomo noruego de 37 años que se adentró en
solitario en el Madidi persiguiendo el rastro de los Toromonas y nunca
volvió. Los habitantes de la comunidad Tacana de San José de
Ichupiamonas cuentan como cada año la familia de Hafskjold acude a pedir
nuevas a un brujo de la región que entre las clarividentes hojas de
coca sostiene que el noruego aún pervive convertido en una suerte de
coronel Kurtz de “El corazón de las Tinieblas” y reinando entre los
Toromonas
En 2001 se creó la Expedición Madidi que dirigida por el antropólogo
Álvaro Díaz Astete pretendió desentrañar la existencia de los Toromona y
encontrar a Hafskjold. Los resultados no fueron concluyentes. No
lograron avistar a los Toromona pero encontraron numerosos indicios de
su existencia, el territorio pasó a ser preservado como una zona
protegida debido a la probable existencia de un pueblo en condiciones de
Aislamiento Voluntario.
En la actualidad existen 33 etnias distintas en Bolivia, además de los
Toromonas podrían existir otras dos etnias en aislamiento voluntario en
las selvas del Beni. En toda la Amazonía se calcula que el número
ascendería a unas 15. Puede que su futuro sea sesgado por los dientes de
una motosierra o epidemias contagiadas por el hombre blanco. De momento
el Gobierno Boliviano ha impedido nuevas expediciones, y el corazón del
Madidi aún guarda intacto su gran secrecto. Pero…. ¿Hasta cuándo?
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente:
despiertaalfuturo
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