Los seres vivos emiten luz a niveles apenas
perceptibles; estos biofotones son un misterio para la ciencia que
podría estar relacionado con importantes funciones en el desarrollo
celular

En 1920 Alexander Gurwitsch descubrió
que los seres vivos emiten fotones “ultra-débiles” dentro del espectro
ultravioleta; noventa años después aún no se sabe bien a bien como es
que las células generan esta luz biológica o cuál es su función.
En la década de los 70 el profesor Fritz
Albert Popp teorizó que esta emisión de luz, que se presentaba en un
rango de entre 200 y 800 nm, exhibía un patrón periódico y coherente, y
que era producida por el ADN en el núcleo de las células.
Esta semana se dio a conocer el trabajo
de Sergey Mayburov del Instituto de FísicaLebedev, quien parece haber
demostrado que los biofotones se comportan de una manera coherente y
comunican patrones de información que influyen en el desarrollo celular.
Observando en la oscuridad los patrones
ultradébiles de los biofotones de huevos de peces, Mayburov ha podido
descifrar una estructura comunicacional en la emisión de estos
biofotones. Flujos biofotónicos en destellos periódicos son emitidos de
manera similar a datos binarios enviados sobre un canal ruidoso (algo
que podría explicar por qué las células detectan niveles tan bajos de
radiación en ambientes ruidosos).
El trabajo de Mayburov parece arrojar
luz a experimentos previos en los que biofotones de una planta en
crecimiento aumentaron el ritmo de división celular hasta en un 30%. Un
ritmo de incremento superior al que posibilita una luz ordinaria de una
magnitud mucho más intensa. Otros experimentos han mostrado que los
biofotones de huevos en crecimiento fomentan el crecimiento de otros
huevos de una edad similar, sin embargo, los biofotones de huevos
maduros impiden el desarrollo de huevos más jóvenes.
Aunque prometedor, el trabajo de este
físico ruso, no acaba de descifrar del todo el lenguaje de la luz
biológica. Es posible que los biofotones transmitan información genética
a través de un estado de entrelazamiento cuántico. Estas luces
ultradébiles podrían ser la forma en la que las células hablan entre sí y
deletrean nuestro código.
La sutileza de estos biofotones que
posiblemente transmiten los paquetes fundacionales de la vida, ha
inspirado una teoría aún más radical por parte del Dr. Jeremy Narby,
quien considera que es posible que la comunicación espiritual que dicen
sostener los chamanes del Amazonas con las plantas, y de la que obtienen
conocimientos medicinales, en realidad sea una comunicación directa con
el ADN, que se hace perceptible como una radiación de bits de luz, que
se representan en imágenes. «Esta es la fuente del conocimiento: el ADN,
viviendo en el agua y emitiendo fotones, como un dragón acuático
escupiendo fuego», dice Narby en su libro The Cosmic Serpent.
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