

En
Visoko, Bosnia Herzegovina, se ha hallado una inmensa pirámide, sin
duda la más grande de Europa y posiblemente la más grande del mundo.
Este
maravilloso descubrimiento amenaza con derribar toda la estantería
acedémica, gracias al valiente trabajo de su descubridor, el arqueólogo
bosnio Sam Semir Osmanagic.
Sam Semir no se ha plegado a la barbarie ocultista de la arqueología
internacional, pero además, ha conseguido que su gobierno abra las
puertas para todo el mundo, con los descubrimientos que está haciendo
desde hace más de quince años
Fuente: despiertaalfuturo
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