Los dos calaveras exhumadas en la localidad de Gormaz tienen perforaciones, algo muy raro para su época
Esther Gómez López
Yusta
La trepanación
se conoce desde antiguo. Los primeros casos probados corresponden a
principios del Neolítico, hace unos 10.000 años, e incluso hay autores
que señalan como periodos de comienzo de estas prácticas iatrogénicas
–realizadas por médicos–tanto el final del Paleolítico como el
Mesolítico, hace unos 12.000 años.
Sin
embargo, de épocas posteriores, como la medieval, se tienen pocos
indicios de esta práctica. Por eso ha sido una sorpresa el hallazgo en
Soria de dos cráneos agujereados entre los siglos XIII y XIV.
Los han encontrado en los alrededores de la ermita de San Miguel, en la
localidad de Gormaz, investigadores de las universidades de Oviedo y de
León.
“A
partir de la Edad del Bronce los casos de trepanación son muy
habituales por toda Europa, principalmente en la cuenca del
Mediterráneo. En el caso de la Península Ibérica existen muchos casos
datados en el Calcolítico, hace unos 4.000 años. Sin embargo, la
descripción de trepanaciones en la época medieval es mucho más escasa en
la bibliografía científica”, explica a SINC Belén López Martínez,
investigadora de la Universidad de Oviedo y coautora del estudio que
publica la revista Anthropological Science.
Uno de los casos más destacables procede precisamente de España y es la del rey Enrique I de Castilla
(1204-1217), al que aún en vida se le hizo una trepanación,
posiblemente para tratar de paralizar la hemorragia tras un golpe
accidental recibido mientras jugaba y que le produjo una herida mortal.
Los dos cráneos encontrados en la necrópolis soriana pertenecen uno a un varón de entre 50 y 55 años de edad y el otro a una mujer de entre 45 y 50 años. “Otro
de los hechos destacables de este hallazgo es que las trepanaciones
femeninas se consideran muy raras en todas las épocas. En España solo un
10% de los cráneos trepanados encontrados son de mujeres”, apunta la
experta.
Técnicas distintas, diferentes resultados
El método de trepanación es diferente en cada uno de los dos sujetos. El varón presenta una intervención mediante barrenado con un objeto punzante
y se desconoce si la intervención se hizo antes o después de la muerte.
“Si se hubiera practicado antes de morir, no hay signo de regeneración y
por lo tanto no sobrevivió”, afirma López Martínez.
En la mujer, la técnica utilizada fue la del rascado y se hizo en vida. Según los investigadores, sobrevivió un tiempo “relativamente largo” ya que la cicatrización de las lesiones es avanzada.
Respecto
a las causas que motivaron la trepanación, los investigadores especulan
con diferentes motivos. “Esta es la gran pregunta sobre las
trepanaciones. Se han apuntado motivos mágico-religiosos –por ejemplo, para aliviar a las personas de demonios que podrían estar torturándolos–, iniciáticos –para dar el salto a la vida adulta o convertirse en guerrero–, terapéuticos –tratamiento
de tumores, convulsiones, epilepsias, migrañas, pérdidas de consciencia
y alteraciones en el comportamiento– y para el tratamientos de
traumatismos como fracturas craneales”, concluyen.
Informando: http://elarcadelmisterio.blogspot.com/
Fuente: ABC
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